ADEGA lanza una campaña solidaria para frenar el parque eólico Pena do Pico

La asociación ecologista ADEGA acaba de poner en marcha una nueva campaña de recaudación solidaria bajo el lema #TiPodesParalos con el objetivo de recurrir ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) la autorización del parque eólico Pena do Pico, proyectado en los municipios de Baralla y Becerreá.
La organización necesita reunir 8.100 euros en fondos solidarios para cubrir los costes derivados de la presentación de un recurso de alzada, de un recurso contencioso-administrativo ante el TSXG, así como la elaboración de un informe técnico ambiental y la solicitud de paralización cautelar de las obras.
El parque está promovido por Greenalia y prevé la instalación de dos aerogeneradores de 180 metros de altura en una zona catalogada como de “máxima sensibilidad” según la zonificación ambiental para renovables establecida por el Ministerio para la Transición Ecológica. ADEGA advierte de que el proyecto supone graves perjuicios para hábitats y especies protegidas, así como para el patrimonio cultural y paisajístico de los Ancares.
La entidad denuncia que, como ocurre en muchas otras autorizaciones de la Xunta, existe una fragmentación artificial entre el parque y su línea de evacuación, diseñada para minimizar los impactos ambientales durante la evaluación, lo que podría constituir una posible fraude de ley. Además, Pena do Pico comparte infraestructuras con otros tres proyectos de la misma promotora: Levante, Restelo y Monteiro.
IMPACTO AMBIENTAL
El impacto ambiental del parque es especialmente preocupante. Parte del proyecto ocupa la zona tampón de la Reserva de la Biosfera “Terras do Miño” y su línea eléctrica atraviesa otras dos reservas, comprometiendo la conectividad ecológica entre cuatro de ellas. Además, afecta el espacio natural propuesto como LIC ES1120019 Miño-Neira y se sitúa a escasa distancia de zonas incluidas en la Red Natura 2000 como Cruzul-Agüeira y Ancares-Courel. Esta localización supone, según ADEGA, un incumplimiento de las Estrategias de Biodiversidad y Conectividad de la UE.
En lo relativo a fauna y flora, el proyecto ignora la presencia de hábitats prioritarios como los bosques aluviales de alisos y fresnos, zonas subesteparias de gramíneas y brezales húmedos atlánticos. También representa un riesgo para especies en peligro de extinción como el milano real, el águila real o el helecho Lycopodiella inundata, así como para otras especies amenazadas como el aguilucho cenizo y el alimoche. ADEGA denuncia que estos impactos no han sido debidamente evaluados en el Estudio de Impacto Ambiental.
La asociación también subraya los efectos negativos sobre el patrimonio cultural y paisajístico. El parque afectaría el paisaje montañoso de los Ancares, con aerogeneradores visibles desde más de 30 km y situados a solo 200 metros de una zona de especial interés paisajístico. Estaría próximo a núcleos habitados y dentro del territorio Starlight de los Ancares Lucenses, cuya calidad del cielo nocturno se vería comprometida por el aumento de la contaminación lumínica. Entre los bienes culturales afectados, ADEGA menciona el Monasterio de Penamaior, la Ermita de San Lourenzo, Pena da Cruz y la vía Küning, esta última no considerada en el EIA.