Asamblearias Lucus Augusti: “Lugo debería tener un museo que muestre el trabajo de las Asociaciones del Arde Lucus”
Jessica Fernández
¿Cuándo surge la Asociación?
La nuestra es una asociación femenina, cultural y de recreación histórica que nació con la intención de difundir el papel de las mujeres más transgresoras, poderosas e influyentes de la Antigua Roma, que siempre han permanecido en la sombra. En un principio, surgió en el Ayuntamiento de Lugo, ya que se quería reivindicar la figura femenina en el mundo romano y no existía ninguna asociación exclusivamente de mujeres entre todas las que formaban parte del Arde Lucus. Así comenzamos nuestra actividad en 2012, aunque no nos constituimos oficialmente hasta 2014, y este año celebramos 10 años de actividad. Cada una de las socias —ahora somos unas 15— representa a una mujer romana: desde abogadas hasta emperatrices o escritoras. Aunque pueda parecer poco, quince personas son muchas cuando todas estamos implicadas y funcionamos como una familia, ya que también involucramos a nuestros familiares, que nos ayudan a confeccionar accesorios y objetos como la Boca de la Verdad, la Loba Capitolina o el monstruo del parque de Bomarzo, que después exponemos en nuestro campamento en el Arde Lucus, ubicado en el Palatino, en los jardines del Museo Provincial de Lugo.
¿Cuál es la importancia de dar valor a esas mujeres de la Antigua Roma?
Las mujeres siempre hemos sido las olvidadas, tanto en el presente —donde cuesta muchísimo conciliar la vida familiar con el trabajo, imagínate si además estás en una asociación— como en el pasado. Queremos reivindicar el papel de esas mujeres en el mundo romano y su huella en la Historia. Por ejemplo, representamos a Gaia, una abogada que se considera una de las personas que escribió el Código del Derecho Romano, aunque firmaba como Gayo, por lo que es difícil saber con certeza si fue ella. Lo que sí sabemos es que el valor de las mujeres ha sido silenciado históricamente. Y no solo representamos abogadas: también hay comerciantes, escritoras, emperatrices…
Entiendo que esa también es una labor de la asociación: transmitir conocimiento.
Sí, en los talleres que organizamos desde la asociación, uno de nuestros objetivos primordiales es explicar a la gente quiénes somos, pero sobre todo el trabajo de documentación que realizamos para conocer la Historia desde una perspectiva objetiva y poner el foco en mujeres como nosotras que hicieron cosas importantes en el mundo. Ahora, con la exposición, estamos haciendo ese tipo de talleres intergeneracionales y para toda la familia, mostrando vestimenta femenina de la Antigua Roma, joyas —muchas de ellas elaboradas por nuestra socia Eva Alonso—, los accesorios que llevaban… Y todo de forma lúdica, a través de un escape room, una gymkhana...
¿Valoran positivamente el éxito de esta exposición?
Sí, creemos que la gente respondió muy bien y disfrutó mucho con la exposición. Era la primera vez que la hacíamos y fue complicado decidir qué prenda ponerle a los maniquíes, ya que llevamos diez años y cada una de nosotras tiene tres vestidos, porque el Arde Lucus dura tres días al año… haz cuentas. Tenemos alrededor de 200 piezas hechas a mano por Pilar, la presidenta, que cose con todo su cariño las telas para diseñar trajes como estos. Además, en la asociación nos gusta hacerlo todo a mano y, si es posible, reciclado, por lo que los accesorios también son de nuestra creación. Por ejemplo, los palos de los parasoles están hechos en madera por el marido de una socia que es artesano, mientras que la parte superior se hace con telas. La Boca de la Verdad la hicimos entre todas con porexpán, arena y otros materiales básicos; y la loba se construyó también en casa de Azucena con un trabajo de cuatro meses.
¿Qué otras actividades organizan?
Nos encanta hacer manualidades, pasar tiempo juntas e integrar a nuestras familias en esos trabajos; incluso los niños, antes del Arde Lucus, hacen joyas y carteras y luego las venden en el campamento a los turistas. Con ese dinero recaudado, les invitamos a comprarse algo. Además de estar los tres días en el campamento del Arde Lucus, crear materiales y hacer manualidades, documentarnos históricamente y ofrecer talleres, también damos charlas en centros educativos y estamos abiertas a hacer más, porque creemos que es importante dar a conocer todo lo que rodea al Arde Lucus. Aunque la programación de la fiesta ha mejorado mucho, creemos que aún necesita más impulso.
Debería haber un museo en Lugo, por ejemplo en el edificio de la Estación de Autobuses, que ahora va a quedar vacío, donde poder visitar una pequeña muestra permanente del trabajo de las 19 asociaciones
¿Qué falta por hacer?
Viene gente de otros lugares de España al Arde Lucus y nos buscan por nuestra recreación histórica, les llama la atención lo que hacemos y dónde estamos ubicadas. Sin embargo, también hay que poner en valor el trabajo de las otras 19 asociaciones del Arde Lucus, tanto romanas como castrexas y mixtas, porque entre todas convertimos Lugo en el epicentro de la recreación histórica de una época fundamental para nuestra cultura e identidad. Concretamente, fuimos a Mérida, que tiene una fiesta similar, y no tiene nada que ver. Pero sí es cierto que ellos tienen algo que nos falta: un espacio donde disfrutar de la cultura del Arde Lucus durante todo el año. Debería haber un museo en Lugo, por ejemplo en el edificio de la Estación de Autobuses, que ahora va a quedar vacío, donde poder visitar una pequeña muestra permanente del trabajo de las 19 asociaciones.
¿Cuáles son otras necesidades que tienen desde la asociación?
Igual que necesitamos un lugar donde exponer lo que ya tenemos hecho —como el Oráculo de tres metros de alto—, también necesitamos un sitio donde almacenar todo lo que creamos. Tenemos un local en Frigsa cedido por el Ayuntamiento de Lugo, pero hay humedad y las dimensiones no nos sirven; son espacios pequeños, como ocurre con el resto de asociaciones, que tampoco tienen sitio suficiente para guardar todo lo que tenemos ni espacio para hacer más cosas. Por otro lado, algo que llevamos pidiendo todas las asociaciones desde hace muchos años es que el Ayuntamiento de Lugo fije una fecha concreta. Es muy difícil planificar cuando cada año la fecha cambia en función del Corpus, de San Juan… Para nosotras, lo mejor sería celebrarlo a finales de junio o el primer fin de semana de julio, ya que los niños han terminado el colegio, San Juan ha pasado y tenemos algo más de tiempo para preparar todo.
¿Cuál es el objetivo de futuro?
Lo que más nos gustaría sería poder pagarnos una excursión a Roma para ampliar nuestros conocimientos y ofrecer al público una visión más rica de la Historia. Y después, seguir con el trabajo realizado hasta ahora y continuar con la asociación, que muchas veces flaqueamos y pensamos en dejarlo, porque como decía antes, es muy difícil compatibilizar la vida con el trabajo, la familia y la asociación. Pero esperamos tener fuerza para seguir adelante y seguir promoviendo la puesta en valor de la vida romana en Lugo muchos años más.