Cándido Vázquez, director del CEIP As Gándaras: “Nos sentimos orgullosos de la labor educativa realizada en estos 50 años”

Jessica Fernández
El colegio de As Gándaras se pone en marcha en 1973 debido a la necesidad de una escuela en esta zona de la ciudad, dentro del Plan Galicia de Educación de 1970, en el que se preveía para 1975 la transformación de la anterior Enseñanza Primaria, de modo que el 47,3% de los niños gallegos asistieran a colegios nacionales de ocho o más unidades, mientras que el resto seguiría en escuelas rurales y unitarias.
En 1973 se supera esa previsión, ya que el Plan Galicia de Construcciones Escolares, primero, y el Plan de Urgencia aplicado a una veintena de provincias con necesidades, después, levantaron en las cuatro provincias una serie de edificios para colegios nacionales, ya en funcionamiento o a punto de funcionar en ese curso, en los que se integró a cerca de 200.000 alumnos, la mitad de la población escolar en período de asistencia obligatoria.
La instalación en los nuevos edificios, la organización funcional, la adaptación del profesorado y del alumnado, los servicios de transporte y comedor crearon pequeños problemas que fueron solucionados por los responsables de educación. Así, se crea el Colegio Nacional de As Gándaras, que luego pasó a llamarse CEIP Virxe da Soidade y, finalmente, CEIP As Gándaras, tal y como se conoce hoy en día. En septiembre de 1973 comienza a funcionar el centro educativo, cuyo director fue D. Xoán Diego Arias Rubinos, y los maestros incorporados fueron Lourdes Vázquez, Manuel Gómez, Carmen Quiroga, Francisco Gómez, Mª Luisa López, Benigna López, Julia Carballada, Pilar Quínoa, Concepción Vila, Dolores Rúa, Dolores Casabella, Purificación Folgueira, Elisa García, Josefa Villamarín y Natividad Albadarejo. Fue nombrado conserje Alfredo López Varela.
En ese momento, se matricularon alrededor de 600 niños y niñas procedentes de las Escuelas Unitarias de Muxa, Bóveda, Bascuas, Barbain, Gondar, San Martín de Carballido, Román, Pedreda, Rubiás, Escola da Estación y Teixeiro. Pero en 1979 se recoge el dato de 750 alumnos y 42 profesores.
En el año 2015 el alumnado del centro era de 150 alumnos, lo que muestra una gran bajada de matrícula debido a que los estudiantes provenían de zonas rurales y ahora esas zonas cada vez están más despobladas, además del descenso de la natalidad.
Cándido Vázquez, director del CEIP As Gándaras desde 2011, explica que actualmente cuentan con alrededor de 140 niños “de un nivel medio-bajo pero normales, sin conflictos ni problemas de convivencia. Respecto al descenso del alumnado, perdemos alrededor de 5 alumnos/as por año, pero ocurre en todos los colegios porque hay un descenso generalizado de la natalidad. Sobre todo, en As Gándaras fue notable el descenso de alumnado en los últimos 20 años porque casi todos los niños eran del barrio y de las zonas rurales, que se han ido despoblando. Así, ahora hay cuatro rutas de autobús escolar, cuando antes había cinco. Además, está el hecho de la existencia del colegio Sagrado Corazón, que también acoge parte del alumnado y que creemos que podría estar integrado en este centro, ya que tenemos las instalaciones y los recursos para acogerlos, pero cada zona está delimitada históricamente y poco se puede hacer”.
Además, dice que “el colegio acoge a todo tipo de alumnado, como es normal al ser un colegio público, y sí que hay diversidad. Hay niños de etnia gitana, niños de la zona de Ucrania, niños de América del Sur, de África, y también españoles y gallegos. Todos los niños y niñas se integran bien en el colegio y hay una buena convivencia entre todos, lo que valoran mucho los padres. Además, los profesores fomentamos esa diversidad y esa convivencia, ya que creemos que es importante conocernos y reconocernos”.

TRABAJO DEL PROFESORADO
Respecto al equipo de trabajo, el director dice que le gusta “el equipo de personas con las que trabajo, que para mí está muy bien escogido, a pesar de haber sido al azar, porque son profesionales de nivel muy alto, tanto humano como profesional. Ahora mismo somos 18 profesores y contamos con una especialista en Audición y Lenguaje, que compatibiliza con el cargo de Secretaria, y una persona de Pedagogía Terapéutica; aunque necesitamos más personal, ya que el alumnado con necesidades especiales está aumentando”.
Así, valora positivamente sus 14 años como director: “Han sido muy entretenidos y con algún altibajo, pero en general estables y positivos. Cuando llegué yo, había habido 3 directores en 4 años y creo que fue una etapa compleja. Cuando asumí el cargo, ya venía con experiencia como director en la Costa da Morte durante 8 años y esa experiencia fue clave para asumir este desafío y cada vez mejor. Espero seguir al frente del colegio muchos años más porque estoy contento, tengo ganas de hacer muchas cosas y, además, transmito calma y serenidad, según me dicen, lo cual también es importante para ocupar este cargo. Pero, sobre todo, insisto en la experiencia, porque somos humanos y cometemos errores, yo el primero, por lo que los primeros años son más difíciles. Hay que tomar muchas decisiones en poco tiempo y podemos equivocarnos, pero hay que aceptarlo y aprender para no cometer los mismos errores. Pero, en definitiva, ser director es algo vocacional, que te tiene que gustar, porque además es una labor diversificada y, aparte de hacer muchas cosas, pasas muchas horas”.
Entre esas cosas destacan las actividades que se organizan a lo largo del año, comenzando por el Magosto, la Navidad, el Entroido, el Día de la Paz, los Maios y el fin de curso. “Además, hacemos con los niños muchas salidas en horario lectivo para promover la cultura, como una salida a ver una obra de teatro al Gustavo Freire, visitar la Aldea das Formigas, excursiones a otros municipios y provincias...”, explica Cándido.

ASPECTOS POSITIVOS DEL CENTRO
Vázquez pone en valor las instalaciones del CEIP As Gándaras, que cuenta con dos polideportivos, tres patios de recreo, un patio solo para Infantil, una zona de patio con parque natural, aula de música, aula de psicomotricidad, aula de religión, aula para la ANPA, comedor escolar, aula TIC, aula de informática, aula para audición y lenguaje, aula para el programa PROA, departamento de Orientación, Biblioteca Escolar, salón de actos, tres unidades de Infantil y seis para Primaria. “Además, tenemos dos edificios, uno que alberga las labores administrativas, de dirección, claustro, secretaría, etc.; y otro dedicado exclusivamente a la labor docente”, destaca.
Para él, tanto el espacio del que disponen como la labor docente son “la base de que muchos alumnos y alumnas hayan destacado profesionalmente. En As Gándaras tenemos la suerte de contar con personas reconocidas en el mundo que se formaron aquí y nosotros presumimos de la calidad de nuestra enseñanza porque contamos con unas instalaciones envidiables en un lugar tranquilo que permite hacer actividades en contacto con la naturaleza, así como las grandes aulas permiten la expresión y el mejor desarrollo por parte del alumnado, aquí hay espacio para moverse. Además, al tener la ratio más baja que en otros centros educativos, podemos llevar a cabo un aprendizaje más personalizado, lo que incide en el desarrollo personal y educativo de cada niño”, destaca.
No obstante, tienen una serie de necesidades, “como que nos cambien las ventanas, ya que son viejas y por ellas en invierno se escapa el calor, por eso necesitamos unas que se adapten a la situación actual y conserven mejor la temperatura. Gastábamos mucho dinero en calefacción, ya que tenemos otro edificio que hace 20 años se utilizaba para Infantil y, al reducirse el alumnado, trajimos a todos los niños al edificio principal, ahorrando así también energía e integrando a todo el alumnado en el mismo lugar. Otra de las necesidades es mejorar la red eléctrica, que no se cambia desde que se puso en marcha el centro y a veces se sobrecarga y salta. Creo, también, que se deberían cambiar las luces por unas LED que consumen menos. Es más, he solicitado el Plan de Mejora de los Colegios a la Xunta. En definitiva, la labor del director es ser un gestor del dinero que le da la Administración a un centro educativo público y las cuentas tienen que llegar en positivo a final de año, por lo que buscamos la eficiencia en cada gestión que hacemos. Otra de las necesidades es que nos pongan aceras; es una demanda que llevamos años haciendo al Ayuntamiento de Lugo, ya que son necesarias delante de un colegio y permiten mayor seguridad para los niños y sus familias”.

EL FUTURO
Respecto al futuro próximo, cabe destacar la celebración de los 50 años, que tendrá lugar en el mes de junio, durante toda la última semana lectiva. “Así, los niños y niñas disfrutarán de actividades como espectáculos, música, magia... Y el próximo 21 de junio tendremos la celebración especial aquí en el colegio, donde contaremos con la actuación de la Banda Filarmónica de Lugo, con magia y luego celebraremos una comida todos juntos en el polideportivo del centro. Esperamos que sea un día muy especial, ya que también tendremos expuestas fotos de estos 50 años de ex alumnos y también las dos vitrinas de premios y trofeos que le han sido concedidos al colegio en estos años, ya que parece ser que hubo una gran actividad cultural y deportiva que fue galardonada”.
Finalmente, el director del CEIP As Gándaras, Cándido Vázquez, tiene como visión de futuro “seguir promoviendo una educación de calidad para los niños y niñas que vengan al colegio, seguir ofreciendo actividades complementarias para el buen desarrollo personal de los pequeños, así como ir mejorando lo que podamos y de la mano de las instituciones que nos ayudan a conservar y mejorar las instalaciones, que, por su magnitud, podrían albergar incluso un CPI en lugar de un CEIP, lo que también aliviaría al Sanxillao, que cada vez acoge a más alumnado y se ve saturado cada año, ya que todos los niños de As Gándaras y del Sagrado Corazón hacen allí la ESO además de otros que, por proximidad o elección, acuden a él. Sin embargo, no creo que sea posible la conversión. Si me preguntas qué va a pasar con este colegio, no creo que cierre en 5 años, ya que el número de niños que entran en Infantil se mantiene, y estamos alrededor de 15 alumnos en Infantil; pero no puedo saber qué pasará dentro de 20. Yo espero que no, porque tenemos una construcción que, con conservación, puede ser escenario de una gran actividad educativa por muchos años”, concluyó.