Catuxa Salom: “Cāldo simboliza la unión que se crea en el rural gallego a través de la comida”
Por Jessica Fernández
La artista gallega con raíces argentinas, Catuxa Salom, viene de publicar su primero LP, Cāldo, un un disco conceptual que refleja el duro despertar al enterarse de que la vida en la aldea no es idílica, tras la romantización del rural de su EP En una aldea. Cāldo está lleno de emociones profundas y pone en valor el papel crucial de los cuidados y la amistad como red de apoyo.
El hilo conductor del álbum es el agua, símbolo de las emociones humanas y de la vitalidad. El agua fluye a través de las canciones en forma de cascadas, ríos, tormentas y mares, que representan la intensidad emocional en sus múltiples facetas. Además, el agua se asocia con el caldo, un alimento reconfortante que simboliza la calidez y el cuidado: "en mi casa nunca te faltará una taza de caldo”.
Así, la propia artista sostiene que vivir en la zona de la Ulla le sirvió “de inspiración para crear este álbum, en lo que pone en valor “tejer una red de cuidados entre nudos. Yo descubrí el sentimiento de comunidad que hay en el rural. Cāldo simboliza esta unión a través de la comida, de contar con tu vecina que te invita a su casa a tomar un caldo y viceversa. Mi familia es Argentina y yo tengo raíces allí, pero me crié en Vilagarcía de Arousa; luego marché a estudiar a Madrid y ahora me instalé en el rural de Lugo, de donde bebo inspiración para mis creaciones”, sostiene.
Las canciones del álbum
Catuxa Salom lleva al espectador a un universo sonoro único y ecléctico, en el que fusiona sus raíces indígenas argentinas con el folclore gallego, desde la aldea de Lugo que la acoge.
Instrumentos como el bombo legüero, la guitarra, el charango, la pandereta, la voz o el sintetizador se diluyen en una propuesta rica y particular, que recoge ritmos como la muiñeira, el afrobeat, el drum and bass o el dembow (reggaeton), y que representa a la perfección el universo sonoro de Catuxa Salom: enérgico y diverso, que brota de la tierra y que crece para llegar todas partes. “Quiero que la gente que escuche este disco, pase una hora y media bailando”, sostiene Catuxa Salom.
La creadora, además, aborda cuestiones universales, como el amor propio o la libertad, juega con cuestiones simbólicas y hasta incluye versos en francés. Lejos de la idealización bucólica del campo, este álbum muestra canciones mucho más maduras y crudas que invitan a enfrentar la soledad, el duro invierno y la necesidad de crear conexiones y redes humanas.
“Al final”, sostiene, “es buscar otra fórmula del amor romántico, ya que tu pareja no tiene que ser el centro de tu vida; también puedes tejer una red de amistad y de sostiene con personas que no son tu pareja, fomentar la amistad. Mis canciones hablan de estar con las amigas y disfrutar dieras momentos”, comenta la artista.
Los inicios en la música
Catuxa Salom siempre tuvo apoyo de su familia. A pesar de que no tiene familiares que sean músicos profesionales, sí que están vinculados al amor por la familia y varios tocan instrumentos. Por eso, “yo me crié entre el folclore argentino y el gallego, a mí me subían a la mesa y me decían “que cante Cati”. Yo siempre sentí que podía ser artista porque en mi casa nunca se escoitoi que de ser artista no se podía vivir. Yo crecí con la música y con el apoyo de mi familia, que es determinante para hacer cosas o no”, sostiene. Con esta pasión por el mundo del artista, estudió en Madrid Interpretación, pero cansó del mundo del cine y del teatro, “me harté diera nivel de intensidad”, y comenzó a tocar en la calle. Así, formó un grupo de country con otras chicas, con las que hizo una gira por Europa, pero en la pandemia decidió volver a Galicia y dedicarse a lo que más le gustaba, la música. Así, nació el LP En una aldea.
Catuxa lleva recorrido más de medio ciento de salas de conciertos y festivales de España, y compartido escenario con artistas como Rozalén, Él Kanka, Terra Livre o Sra. Tomasa, entre otros nombres. Así, su directo ofrece una experiencia visual y sonora envolvente, con una puesta en escena diseñada por Javier Marimón, vestuario vanguardista de Ana Surma y el acompañamiento de Lucía Cortiñas y Yudit Almeida en la percusión, contrabajo y sintetizadores. No 2024 recibió el Premio Martín Códax en la categoría Músicas del Mundo y Mestizaje.
Ahora, espera que Cāldo tenga una buena acogida por parte del público y sostiene que ya está recibiendo mensajes de personas allegadas dándole las enhorabuenas por este álbum, que integra canciones en gallego, francés y español. Así, dice que cuanta en gallego “porque me encanta cómo sola, la musicalidad de la fonética gallega. Además, estamos en un momento determinante con respeto a la lengua, veo que se apuesta más por la lengua en lugares como Cataluña y País Vasco y aquí, los que tenemos voz, tenemos que impulsar que se hable gallego y que las instituciones también se esfuercen por poner en valor nuestra lengua, porque tiene una gran riqueza y es de responsabilidad hacerlo”. Sin embargo, también dice que no se cierra a nada, que ella canta lo que siente y a veces hazlo en gallego, otras en francés y otras en español. Con todo, finaliza diciendo que ahora su mayor proyecto de futuro es “disfrutar de Cāldo y hacer una gran gira por los escenarios que dure año o año y medio, y luego ya iremos viendo”.