- Distancia: 3,53 km
- Desnivel: 208 m
- Dificultad técnica: Moderada
- Altitud máxima: 705 m
- Tipo de ruta: Circular
- Duración: 1 hora 20 minutos
En el corazón del municipio de Cervantes, se puede encontrar la Ruta del Valle del Gato, un recorrido que fue recuperado por los vecinos de Vilaquinte en el año 2020 para devolverle la vida a un antiguo sendero tradicional que durante generaciones sirvió como acceso a los prados de regadío que cada familia cuidaba como parte fundamental de su sustento.
Aquel viejo camino, olvidado durante años bajo la maleza y el silencio del tiempo, se convierte ahora en una pequeña ruta circular de senderismo que mezcla historia, paisaje y patrimonio etnográfico en un recorrido que no llega a la hora y media de duración.
El punto de partida se encuentra en el kilómetro 13,9 de la carretera LU-P-3505, que une A Pobra de Navia con Piornedo. Allí, un panel informativo da la bienvenida al caminante que se dispone a recorrer los 3,5 kilómetros de un itinerario que desciende suavemente hasta el río Ser, un arroyo que discurre entre la vegetación autóctona y que, en los días más calmados, refleja la sombra de los castaños centenarios que rodean el camino. La ruta continúa en ascenso por el antiguo camino parroquial, salpicado de cercados tradicionales de piedra y madera, testigos vivos de una arquitectura rural que aún resiste el paso del tiempo.
En el trayecto se puede escuchar el canto de los pájaros, cruzarse con una ardilla, encontrar fuentes que brotan entre las piedras o detenerse frente a antiguos molinos, algunos de ellos aún en pie, que en otro tiempo molían el grano de los vecinos. Esta riqueza natural y cultural se suma al atractivo de una ruta de dificultad moderada, con un desnivel de 208 metros y una altitud máxima de 705 metros, que permite disfrutar del entorno sin exigencias físicas excesivas.
El camino regresa finalmente al punto de partida por una pista asfaltada que ofrece vistas abiertas sobre el paisaje de media montaña que caracteriza esta parte del interior gallego. En total, 2,24 kilómetros de caminata que invitan no solo a andar, sino también a contemplar, recordar y agradecer el esfuerzo de una comunidad que decidió recuperar su territorio y ponerlo en valor sin perder su identidad.