Clausurado el Proyecto Troya con un reconocimiento al talento y a la inclusión sociolaboral

El Proyecto Troya cerró una nueva edición con un acto de clausura celebrado en la Facultad de Administración y Dirección de Empresas (ADE), una iniciativa formativa destinada a mejorar la empleabilidad de personas con síndrome de Down y discapacidad intelectual en la provincia de Lugo.
El evento contó con la presencia del vicerrector del Campus de Lugo, Francisco José Fraga; el decano de ADE, Roberto Bande; la catedrática y coordinadora del programa, María Ángeles López Cabarcos; la presidenta de la Asociación Síndrome de Down de Lugo, María José Blanco Freire; y la coordinadora de Voluntariado del campus lucense, Fátima Teixeiro Vázquez, que acompañaron al alumnado en esta jornada de celebración.
En esta edición participaron nueve alumnos, que recibieron formación en áreas como márketing, finanzas y marca personal, adquiriendo herramientas clave para avanzar en su integración laboral y contribuir al progreso económico y social de la provincia.
Según destacó el diputado de Promoción Económica y Social, Pablo Rivera Capón, el proyecto va más allá del aprendizaje académico, pues apuesta por la igualdad de oportunidades, el impulso del talento y la inclusión sociolaboral. Rivera subrayó que más de la mitad de los participantes han encontrado un empleo tras completar la formación en los últimos años, un dato que calificó como “una prueba de su eficacia en la creación de oportunidades para la juventud lucense”.
En su intervención, Rivera Capón reivindicó el valor social del programa al afirmar que “el Proyecto Troya nos recuerda lo mejor de nuestra sociedad: la capacidad de crear oportunidades, de acompañar procesos y de apostar por el talento de las personas, y hoy, por encima de todo, celebramos el esfuerzo de quienes reciben el diploma. Vuestro trabajo, vuestra disciplina y vuestra capacidad para avanzar son el corazón de este proyecto”.
El diputado felicitó a la USC, a la Facultad de ADE, a la Asociación Síndrome de Down y al voluntariado por su papel fundamental en el desarrollo de la iniciativa.
La clausura sirvió así para reconocer el compromiso institucional y académico, pero sobre todo para poner en valor el esfuerzo de los participantes, que continúan derribando barreras y reforzando la presencia de la diversidad en el mercado laboral lucense.