Concluye una nueva campaña arqueológica en el Castro del Teso da Ermida en Navia de Suarna

La Consellería de Cultura, Lengua y Juventud ha finalizado una nueva campaña arqueológica en el Castro del Teso da Ermida, en Navia de Suarna, con una intervención que contó con la colaboración de la asociación Ser —promovida por Oliver Laxe— y del Concello. El proyecto permitió ampliar y mejorar el espacio de visita, completando un conjunto de viviendas que ofrecen una visión más completa del poblado y proponiendo un itinerario más óptimo de acceso e interpretación para el público.
El delegado territorial de la Xunta en Lugo, Javier Arias, visitó el enclave, que destaca por el excelente grado de conservación de las viviendas, algunas con muros de más de 4 metros de altura. Los trabajos han revelado abundantes datos sobre la arquitectura castrexa, como entalles para marcos de puertas, uso de soga y tizón, existencia de fallados, cubrición con elementos vegetales, zócalos exteriores o varios niveles internos.
Desde 2020, la Consellería suma una inversión de más de 117.000 euros en el lugar, de los cuales 65.015 euros se destinaron a trabajos arqueológicos y 52.093 euros a la reconstrucción de la antigua capilla en el sector sureste. Como colofón de la campaña, la Xunta organizará este sábado, a partir de las 12:00 horas, una visita comentada al castro, y el domingo a la misma hora una acción similar en el castro de Formigueiros, en Samos, donde también se han realizado labores de limpieza y conservación. Ambas visitas son gratuitas y no requieren inscripción previa. Arias señaló que el objetivo de estas jornadas “es difundir entre la ciudadanía el valor cultural e histórico de nuestro patrimonio arqueológico”.
Durante la campaña en el Teso da Ermida se ejecutaron dos largas sondeos en una superficie de 97 m², que permitieron contemplar siete viviendas, cuatro prácticamente completas —tres circulares y una rectangular— y tres parcialmente excavadas, además de diferentes zonas de paso, calellos, muros de nivelación y descarga, escaleras, pavimentos y sistemas de drenaje. Los muros, de pizarra y losa, tienen un espesor medio de 50 a 70 cm, y la cubierta se apoyaba en paramentos de cachotería con cobertura de paja sobre vigas de madera.
En el interior de las cabañas, organizadas en varios niveles mediante fallados de madera, se construía el complejo doméstico, que incluía hogar, paravientos, brasero y, en algunos casos, bancos corridos. Además, se localizaron 176 piezas, principalmente cerámicas de uso doméstico, entre las que destacan manufacturas romanas, incluyendo un fragmento de paredes finas de Melgar de Tera que data de la mitad del siglo I d.C., lo que indica la presencia de comercio integrado en el mundo romano.