El alcalde de Lugo, Miguel Fernández, ha iniciado una ronda de reuniones con los colectivos implicados en los cambios de movilidad derivados de la peatonalización total del Casco Histórico.
El primer encuentro tuvo lugar con la asociación ADIS Lugo, que representa al sector de la distribución, y del que el Gobierno local ha hecho una valoración positiva.
Esta tarde es el turno de los repartidores autónomos, y en los próximos días se celebrarán reuniones con asociaciones de comerciantes y representantes vecinales del entorno amurallado.
Según explicó el regidor, el propósito de estos encuentros es “recoger las aportaciones finales de los distintos colectivos que desarrollan su actividad en el Casco Histórico para ajustar el nuevo modelo de movilidad de la forma más eficaz y equilibrada posible para todas las partes implicadas”.
Miguel Fernández subrayó que la transformación del centro histórico en un espacio peatonal y libre de tráfico de paso es una medida “con visión de ciudad, pensada para ganar calidad de vida, promover un modelo más sostenible y poner en valor el importante patrimonio que representa nuestra Muralla y su entorno”.
No obstante, matizó que este proceso requiere diálogo constante y atención personalizada a los diferentes usos que coexisten en el recinto, como el residencial, el comercial, el cultural o el recreativo.
El alcalde reiteró la voluntad del Gobierno local de que el modelo definitivo de movilidad tenga en cuenta las necesidades reales del vecindario, de los negocios y de los colectivos profesionales que prestan servicio en la zona. “Solo así conseguiremos un Casco Histórico vivo, accesible y plenamente funcional para todos y todas”, concluyó.