El BNG denuncia la discriminación que sufren las mujeres de Ourense y Lugo en materia de reproducción asistida
La diputada del BNG Iria Carreira denunció en el Pleno del Parlamento la “discriminación” que sufren las mujeres de Lugo y Ourense, quienes deben desplazarse a las unidades de reproducción asistida de Santiago, Vigo o A Coruña para recibir tratamientos que les ayuden a ser madres. “Los derechos sanitarios no pueden existir solo a la vera de la AP-9”, advirtió, lamentando que “una vez más, Lugo y Ourense sufren la discriminación de un gobierno del PP poco preocupado por el desarrollo integral del país y por la cohesión territorial”.
Iria Carreira defendió la iniciativa del BNG para ampliar a los hospitales de Ourense (CHOU) y Lugo (HULA) los servicios de reproducción asistida, una demanda “básica” para garantizar los derechos sanitarios de todas las personas “independientemente de dónde vivan”, porque “ni las cifras de tu cuenta bancaria ni las de tu código postal pueden condicionar los derechos que cada persona tiene en el servicio gallego de salud”, aseguró.
La diputada nacionalista subrayó que las mujeres usuarias de las unidades de reproducción asistida deben acudir a numerosas consultas para recibir tratamiento, lo que complica esta opción para quienes viven en Lugo o Ourense. “De Burela al CHUAC hay que viajar durante 1 hora y 45 minutos de ida y otro tanto de vuelta; desde O Barco al Álvaro Cunqueiro son dos horas y media. Siempre en coche, porque, una vez más, con el transporte público no podemos contar”, ejemplificó.
Destacó, en este sentido, los obstáculos y el coste económico que supone la distancia para todas aquellas mujeres del interior que desean ser madres, no solo por patologías que impiden el embarazo. “Hablamos también de personas en buen estado de salud que no pueden lograr el embarazo por sus propios medios, de mujeres que deciden ser madres en solitario, del colectivo LBT, de parejas de mujeres cis, de personas trans”, explicó.
Por ello, lamentó el voto en contra del PP a una iniciativa con la que el BNG reclamó también más recursos en las unidades de reproducción asistida existentes, con el objetivo de que las listas de espera actuales no sean, en la práctica, un factor que limite la edad de acceso a tratamientos como la inseminación artificial o la fecundación in vitro.
Carreira consideró positivo ampliar la edad máxima para acceder a estos tratamientos, así como eliminar el criterio excluyente de tener ya un hijo sano o permitir que personas en buen estado de salud accedan a la congelación de óvulos en el sistema público de salud. Sin embargo, advirtió que los derechos deben garantizarse también “más allá del papel”.
Denunció que, aunque hoy el acceso a las unidades de reproducción asistida está limitado hasta los 40 años, “de facto, ese límite se establece antes, a los 38 o incluso 39, debido a las listas de espera existentes”. “¿De qué nos sirve ampliar la edad hasta los 45 años en 2028 si luego volvemos a reducirla de facto por las listas de espera?”, se preguntó Carreira. Ante los argumentos del PP, aclaró que la iniciativa del BNG no solicitaba siquiera la descentralización de procesos “superspecializados” como el lavado seminal o el test genético preimplantacional.
“Del mismo modo que siempre hemos defendido que las políticas demográficas deben ser algo más que poner a las mujeres a parir y que el aborto debe estar siempre garantizado en la sanidad pública para todas, también debe estar garantizado en esa misma sanidad pública el derecho de todas las mujeres que deseen ser madres”, manifestó durante su intervención la diputada nacionalista. Aludiendo a las políticas natalistas de la Ley de Impulso Demográfico, recordó además que Lugo y Ourense registran precisamente los datos más bajos de natalidad en Galicia. En Galicia nacieron 14.103 niños y niñas durante 2023, de los cuales 1.307 corresponden a Ourense y 1.177 a Lugo.