El pleno de Lugo centró el debate en el coste de los comedores escolares y en las parroquias

El pleno municipal de noviembre en Lugo arrancó con la intervención del teniente de alcalde, Rubén Arroxo, quien detalló el impacto económico que supuso para el Concello el servicio de comedores escolares durante este año. El responsable municipal recordó que esta prestación es, según señaló, una competencia exclusiva de la Xunta de Galicia que no está siendo asumida y que obligó al Ayuntamiento a destinar 523.723 euros de sus cuentas.
Arroxo advirtió de que esta situación impide dedicar ese medio millón de euros a áreas propias de la administración local, como la renovación de infraestructuras urbanas, el impulso cultural o la mejora general de la ciudad. El teniente de alcalde acusó al Gobierno gallego de desentenderse de un servicio esencial y exigió que “cumpla con sus obligaciones”. Aseguró además que la Concejalía de Educación garantizará que ningún menor de Lugo quede sin comedor escolar “a pesar de que la Xunta no está haciendo lo que le corresponde”.
En el mismo pleno, el Partido Popular anunció que se dio “un paso significativo” para la vecindad de Nadela al aprobarse por unanimidad una petición para mejorar la entrada a la parroquia. Los populares explicaron que la propuesta incluye dotar de iluminación la rotonda y avanzar en la humanización de la travesía, reivindicaciones que —recordaron— llevan más de una década sobre la mesa sin avances.
Los populares denunciaron, por el contrario, que socialistas y nacionalistas votaron en contra de otras tres iniciativas relacionadas con la seguridad de los caminos de Santiago en su paso por Lugo y con el saneamiento y abastecimiento en Ombreiro y Esperante. Sobre esta última parroquia, recordaron que existía un acuerdo previo entre el presidente de la Xunta y la alcaldesa Lara Méndez para ejecutar el saneamiento, negociación que —según el PP— quedó retrasada por falta de avances del Concello. Durante el proceso, el vecindario pidió incluir también el abastecimiento y ambas actuaciones llegaron a incorporarse al proyecto.
Los populares relataron que el gobierno local primero rechazó firmar el convenio alegando que solo respaldaba el saneamiento. Tras preguntar si el motivo era económico, el ejecutivo municipal lo confirmó, según el PP, y los populares ofrecieron colaboración para hacerlo viable. Aseguran ahora que el Concello volvió a cambiar de postura y también se opone al abastecimiento, pese a ser una demanda vecinal y estar ya pactado.
El PP concluyó que, pese a existir un compromiso explícito, el proceso continúa estancado y que la vecindad de Esperante sigue sin servicios básicos de saneamiento y abastecimiento por falta de voluntad del gobierno municipal.