El PP acusa al gobierno local de Lugo de improvisar en las modificaciones del PXOM tras años de parálisis urbanística

El Grupo Municipal Popular de Lugo hizo este mes de diciembre una valoración muy crítica de las modificaciones del Plan General de Ordenación Municipal (PXOM) que viene de impulsar el gobierno local, asegurando que estas actuaciones evidencian “el fracaso de la política urbanística municipal tras más de dos décadas de inacción, errores de planificación y ausencia de un modelo claro de ciudad”.
Desde el PP señalan que los expedientes de contratación iniciados por el Ayuntamiento para la redacción de proyectos de expropiación y para la modificación puntual del PXOM no responden a una estrategia planificada, sino a la necesidad de corregir con urgencia problemas enquistados desde hace años y que afectan directamente al vecindario, a los propietarios y al desarrollo equilibrado de Lugo.
Los populares subrayan que muchas de las actuaciones que ahora se ponen en marcha llegan con más de una década de retraso. Entre ellas citan la expropiación del ámbito PA 10.1, clave para desbloquear la prolongación de la calle de los Guardias y el desdoblamiento de la Segunda Ronda, una intervención que consideran evidente y que, segundo denuncian, el Ayuntamiento mantuvo paralizada durante años sin avances reales.
No caso de los polígonos PA 13.2 y PA 13.3, el PP interpreta las modificaciones como un reconocimiento implícito de que lo PXOM aprobó una ordenación errónea y de difícil ejecución, que afectó gravemente a viviendas ya existentes. Recuerdan además que el sistema de cooperación obligaba al Ayuntamiento a tener estos ámbitos urbanizados en el año 2019, un plazo que no solo no se cumplió, sino que, segundo afirman, ni siquiera se intentó.
Otro de los ejemplos de abandono urbanístico citados por los populares es la Unidad de Actuación del antiguo Grano Teatro, pendiente de resolución desde 1997. Se trata, señalan, de más de 25 años sin una solución definitiva que ahora se pretende cerrar mediante una modificación forzada del planeamiento.
El Grupo Popular alerta también de la inseguridad jurídica generada por la gestión urbanística municipal, poniendo como ejemplo ámbitos como la calle Anxel Fole, donde la existencia de un aparcamiento soterrado y la aplicación del Plan de Movilidad están bloqueando el desarrollo urbanístico. A su juicio, esta situación es consecuencia de un urbanismo “sin dirección, sin coordinación y sin una hoja de ruta clara”, que acaba perjudicando tanto al vecindario como a los promotores y al conjunto de la ciudad.
En zonas especialmente sensibles, como el Polígono C del Plan Paradai, en el entorno del río Rato, el PP denuncia que el gobierno local presenta propuestas sin consenso vecinal y con un notable rechazo social, fruto de la falta de diálogo previo y de transparencia. También citan casos como lo de la Quinta de Pérez, donde sigue sin aclararse la titularidad pública de determinados espacios viarios, como ejemplo de una política urbanística “permisiva durante años” que ahora genera conflictos e incertidumbre.
No referente a la conexión peatonal entre la Estación Intermodal y el casco histórico, los populares consideran que el Ayuntamiento actúa obligado por la presión de otras administraciones y por la existencia de fondos europeos, y no por iniciativa propia ni por una visión estratégica de ciudad.
Desde el Grupo Municipal Popular aseguran que apoyarán aquellas actuaciones imprescindibles para desbloquear situaciones injustas para el vecindario, pero advierten de que no avalarán un modelo de gobierno basado, dicen, en el retraso, en la improvisación y en las correcciones constantes. “Lugo precisa planificación, seguridad jurídica y un proyecto de ciudad serio, no más parches a problemas que se pudieron evitar con gestión, diálogo y responsabilidad”, concluyen.