El grupo municipal socialista de Portomarín ha vuelto a denunciar la situación del suministro de agua en el municipio, al que califican como “un grave problema de salud pública”. Un año después de hacer públicas dos analíticas que advertían claramente de que el agua del grifo no era apta para el consumo, los socialistas aseguran que no ha habido avances: la vecindad continúa sufriendo cortes, turbidez y malos olores en el agua que recibe en sus hogares.
El portavoz del PSdeG, Sergio Vázquez, califica la situación de “insostenible” y recuerda que hace dos años el alcalde aseguró que el proyecto de mejora ya estaba en marcha y culpaba a las lluvias de los problemas. “Ahora no llueve y el agua sigue saliendo como barro. No se puede beber, ni cocinar, ni lavar la ropa. Esto es un atentado contra la salud pública”, denunció.
En septiembre de 2024, ante el silencio del Concello, el grupo socialista encargó un análisis independiente que confirmó que el agua no era potable. Según explican, la única reacción del alcalde fue remitirles a los informes del SINAC, “que llevaban meses sin actualizarse”. A día de hoy, lamentan, la situación sigue igual: sin datos oficiales y sin soluciones concretas.
El PSdeG considera especialmente grave que el gobierno local permita que la población siga consumiendo un agua de origen y calidad dudosa sin ofrecer información, alternativas ni medidas de protección. “No estamos ante una simple molestia, sino ante un riesgo sanitario evidente que afecta con especial gravedad a colectivos vulnerables como niños, personas mayores o con enfermedades crónicas”, advierten. Aun así, añaden, el Concello sigue sin actuar ni dar explicaciones claras.
Los socialistas también señalan el impacto económico que esta situación está teniendo en el tejido empresarial local, especialmente en la hostelería y los alojamientos turísticos. “No se trata solo de un problema doméstico, sino de un factor que daña directamente la imagen de Portomarín y perjudica a quienes viven del turismo”, explican, señalando que ya hay peregrinos que han presentado quejas y negocios que se ven obligados a improvisar soluciones, mientras “el alcalde sigue sin dar la cara”.
Desde el PSdeG exigen una actuación inmediata. “Es hora de actuar con responsabilidad y dejar atrás la parálisis y las excusas de un gobierno que lleva dos años ignorando este problema”, declaró Sergio Vázquez. Reclaman soluciones técnicas reales y duraderas que garanticen un suministro seguro y de calidad, advirtiendo de que está en juego no solo la salud pública, sino también la confianza de una vecindad que lleva demasiado tiempo esperando mientras el alcalde evita asumir responsabilidades.