Entrevista

El pasado 18 de abril el lucense Héctor Salvador se convirtió en el primer español en bajar a uno de los puntos más profundos de la fosa de las Marianas.

El pasado 18 de abril el lucense Héctor Salvador se convirtió en el primer español en bajar a uno de los puntos más profundos de la fosa de las Marianas. Descendió al fondo del abismo de la Sirena, a 10.706 metros de profundidad a bordo del sumergible DSV ‘Limiting Factor’ como especialista de misión y copiloto del australiano Tim Macdonald.

Hablamos con el experimentado piloto de sumergibles tripulados, y el director de operaciones de Tritón Submarines.

¿Cómo decidió dedicarse a esta profesión?

Soy ingeniero aeronáutico y luego hice un Máster en sistemas espaciales en Holanda, y terminando mis estudios empecé unas prácticas en la Agencia Espacial Europea y fue allí donde conocí a la gente que me acabó metiendo en el mundo submarino.

¿Y después de la Agencia Espacial?

En la Agencia Espacial entré en contacto con este mundo submarino, conocí al hijo de Jacques Cousteau que fue el que me enseñó a bucear, y a partir de eso había un grupo que estaba creando un hábitat para formar a astronautas en ambientes análogos, que es poner a los astronautas en condiciones extremas, y uno de estos ambientes era submarino y a partir de ahí entré en contacto con una empresa que fabricaba submarinos y me dijeron que si conocía a un piloto, y les dije que yo me apuntaba.

Entonces pasó de querer navegar los cielos a navegar el mar. ¿Cómo fue ese paso?

Es un paso bastante natural. Son dos mundos que están muy juntos ya que por un lado estamos hablando de exploración pura y dura, y en la opinión pública es la antesala de lo que falta por explorar. La gente mira al espacio, hemos llegado al Everest y el siguiente paso es la Luna o Marte, etc., pero los océanos han estado olvidados durante siglos la verdad. Hemos aprendido a aprovecharlos económicamente como la pesca pero hasta hace relativamente poco no nos hemos preocupado por la exploración y mucho menos por la exploración humana del fondo de los océanos. En este sentido, creo que están al mismo nivel el espacio y los océanos. Y desde el punto de vista tecnológico yo lo que diseño son los sistemas de soporte vital, es decir, como mantener a un humano vivo dentro de una esfera y da igual si esa esfera la pones en el fondo del mar o en el espacio.

¿No se arrepiente del cambio?

No. Solo te arrepientes de las oportunidades que no aprovechas. Era saltar al vacío, pasar del sector espacial a intentar ser piloto de submarinos. Pero yo lo intenté y me formaron como piloto y me contrataron. Estuve trabajando con ellos como jefe de pilotos durante 3 años hasta que entré en contacto con Triton Submarines, que de aquellas estaba empezando el proyecto de un submarino que bajase a profundidad ilimitada, lo cual me pareció un reto profesional muy interesante.

Tritón Submarines tiene su base en Florida. ¿Pero pudo quedarse en España?

Triton es estadounidense pero en aquel momento se valoró el poder tener una oficina en Barcelona ya que contamos con muchos clientes en el Mediterráneo y Oriente Medio, además de que para nuestros clientes tenía sus ventajas económicas  tener piezas de repuesto en territorio comunitario. En 2018 con el submarino de profundidad ilimitada nos encontramos con problemas para encontrar proveedores que vendiesen tecnología para estos entornos. Y aquí identifiqué a 4 proveedores clave que hacían baterías, mecanizados de titanio, controladores de los motores, etc. Así, que se decidió crear un grupo de trabajo para coordinar todo esto y crear las cámaras de pruebas o autoclaves que nos permiten simular las condiciones de presión y temperatura de cualquier punto del océano, hasta 14 km de profundidad.

¿Cuándo se puso en marcha el primer sumergible fabricado en Barcelona?

Entregamos el primer sumergible el día que se declaró el Estado de Alarma, el 14 de marzo de 2020, y ahora mismo estamos empezando la construcción de otro que ya es de investigación y baja a 2.300 metros de profundidad y tiene un casco completamente transparente. Normalmente los turísticos solo bajan 100 metros, ya que perder la superficie de vista puede causar impresión si no estás preparado..

¿Este sumergible era de uso científico?

El sumergible se construyó para un explorador americano llamado Victor Vescovo. Este hombre escaló el punto más alto de cada uno de los 7 continentes y esquió los dos Polos, esto se llama el Grand Slam de los Exploradores, y él quería encontrar un reto que no se hubiera hecho todavía. Entonces nos llamó y nos dijo que no había encontrado a nadie que hubiese bajado al punto más profundo de cada uno de los cinco océanos. Así que él fue el que nos encargó un sumergible de profundidad ilimitada y que pudiese bajar múltiples veces. Esta fue la expedición Five Deeps que completamos en 2019.

¿Hasta qué altura deja de haber luz que ayude a la visibilidad?

Depende del mar. En el del Norte a 20 metros y en el Mediterráneo o Pacífico a veces hay hasta 300 metros. El turista prefiere estar en la zona con luz por la tranquilidad que da ver la superficie.

¿Porque bajaron a la Fosa de las Marianas?

El principal objetivo de la inmersión era localizar y recuperar un módulo científico que se había quedado atascado en el lecho marino el día anterior.

La expedición estaba financiada por Larry Connor, que el año que viene será el primer piloto civil en subir a la Estación Espacial Internacional en una nave de SpaceX. En su segunda inmersión uno de sus módulos se quedó atascado. Así que al día siguiente tuve que bajar yo como especialista de misión con mi compañero Tim Macdonald a localizarlo. Fue todo un reto encontrar un módulo del tamaño de una lavadora en el fondo de uno de los puntos más profundos del mar. Lo localizamos y lo liberamos.

¿Cuándo tardaron en bajar?

El descenso son 4 horas 30 minutos, y el submarino baja por su propio peso, y a medida que va aumentando la densidad del agua se va frenando, de formar que cuando llega a 500 metros de fondo se para al alcanzar flotabilidad neutra. Los últimos 500 metros ya se hacen con motor haciendo una aproximación controlada para no levantar sedimentos y no perjudicar la visibilidad.

¿Que pudieron ver en las profundidades de la fosa?

Tomamos una muestra de las esteras microbianas presentes en los sedimentos de la fosa, que son de gran interés para la comunidad científica. La muestra recogida ya está siendo analizada por el equipo del profesor Alan Jamieson, director científico de la expedición. También vimos muchos anfípodos, muchas anemonas, medusas, etc. Es sorprendente ver que en la Fosa de las Marianas, que es lo más remoto e inhóspito de nuestro planeta hay vida.

¿Cómo es la exploración científica hoy en día?

Se necesitan mecenas como en cualquier otro sector. Es muy difícil para un país o instituto de investigación financiar una expedición, pero a veces aparecen estos mecenas que ponen al equipo científico en marcha y comparten la oportunidad con centros de investigación que la pueden aprovechar para distintos proyectos.

¿Cómo es trabajar con Victor Vescovo?

Hay que destacar que hasta en el viaje de Cristóbal Colón se necesitaron patrocinios, así que es gracias a esta gente que tiene dinero y ganas de desarrollar tecnología. En este sentido Victor fue un gran mecenas y además es un compañero más.Después de cada inmersión nos decía qué cosas deberíamos mejorar o habría que cambiar. Él fue una parte importante del desarrollo del vehículo.

¿Cómo se ve en un futuro?

Como decía Cousteau, los océanos una vez que te echan su hechizo te atrapan de por vida. Es un mundo fascinante en el que queda mucho por descubrir, es exploración pura y dura: cada vez que bajas a 1.000 metros eres el primer humano que ha visto esa roca y en cada inmersión siempre hay algo nuevo y descubrimos 4 o 5 especies animales. En este sector aún queda mucho por hacer.

¿Algo que destacar?

Lo importante no es haber llegado a este punto tan profundo, sino que por primera vez en la historia tenemos una máquina que te permite llegar a cualquier punto de cualquier océano. Y esto es algo que no existía. Y si piensas que aún quedan 2/3 de nuestro planeta que no hemos explorado, es un poco sobrecogedor. Y más cuando se piensa en que los océanos juegan un papel clave en nuestro día a día y en nuestro ciclo vital.