ENTREVISTA. "Queremos enviar más bicicletas a Guinea pero también ayudar en Galicia"
José Luis Pereira es el alma mater del proyecto ‘ Reciclyng Bicicletas Solidarias’, que desde hace dos años se dedica a recoger y reparar bicicletas por toda Galicia para darles una segunda vida. Este guardia civil de Tráfico, que presta servicio en la Comandancia de Lugo, conseguía hace solo unos días “cerrar el círculo”: 175 de esas bicicletas llegaban a Guinea Bisáu, donde son recibidas como un verdadero tesoro. Con la satisfacción de las imágenes que le remiten desde el continente africano, sigue recogiendo bicicletas de una punta a otra de la comunidad. El objetivo, hacer un nuevo envío a Guinea en 2022 pero también ayudar a gente con pocos recursos en Galicia.
Y como consiguieron reunir las bicicletas?
A raíz de decidirnos a enviarlas a Guinea, lo pusimos en los grupos de whatsapp que teníamos, por si alguien tenía alguna que no estaba utilizando. También creé una página de facebook, básica de todo, para dar a conocer la idea. Nuestra intención era juntar unas 25 bicicletas, pero al día siguiente ya las teníamos. Se nos fue totalmente de las manos.
Esperaban esa respuesta?
Para nada esperábamos esto. La verdad es que con el paso del tiempo las entregas fueron aumentando mucho. Un señor de Barreiros que tiene una chatarrería nos dio un camión de bicicletas, el GES de la Ulloa también colabora con nosotros habitualmente, el cura de Meira igual… Empezamos a tener como pequeños colaboradores en muchos ayuntamientos y eso ayudó a superar todas las expectativas.
Y como organizan las recogidas?
De la recogida de las bicicletas me encargo yo personalmente, tengo que ir organizando para hacerla por zonas, y sin que sea demasiada cantidad tampoco, porque las recojo en mi coche. Somos una familia normal y no podemos pensar en comprar una furgoneta para esto. Donde tuvimos que pedir ayuda fue para el almacenamiento. En principio las dejaba en el pajar de mi madre, pero cuando ya juntamos más de 50 era inviable. Ahora tenemos un local enorme que nos dejaron y ahí juntamos más de 400.
Además de esas colaboraciones, contáis con algún apoyo económico?
No, es todo por libre. Simplemente tuvimos que pedir ayuda para el tema del local, porque nos vimos desbordados. Tampoco hicimos una asociación como tal hasta hace un par de meses, por ejemplo. Hubo ocasiones en las que alguna persona quería hacer alguna aportación, para colaborar, pero nunca la aceptamos. Ahora apostamos por el crowdfunding, porque es cierto que si queríamos seguir adelante algo había que hacer.
Tienen entonces idea de continuar con el proyecto, cuáles son los objetivos?
Como teníamos más de 400 bicicletas, y vimos que todas no cabían en el contenedor que íbamos a enviar a África, empezamos a contactar con distintos Ayuntamientos por si tenían conocimiento de alguna familia en situación desfavorecida. Le dimos, por ejemplo, una a un chico de Portomarín que iba siempre andando hasta la granja en la que trabajaba, a 6 o 7 kilómetros, y está feliz con la bicicleta. Ahora queremos seguir enviando a Guinea, esperamos hacer otro envío ya el año que viene, pero nos gusta mucho poder ayudar también por aquí. Son tiempos complicados y hay mucha gente que lo está pasando mal, por eso contactamos con los ayuntamientos porque ellos saben mejor quien pueden necesitarla de verdad.
El primer envío llegó hace unos días a Guinea, cuantas bicicletas enviaron y como fueron recibidas allí?
Sí, llegó hace muy poco, aún me siguen enviando fotografías de nuevas entregas. Enviamos sobre 175 bicicletas, todas las que entraron en el contenedor, realmente. Iban también varios palés de pintura, sillas y mesas de las tradicionales de las escuelas, material médico… Era un contenedor de 40 toneladas, e iba todo encajado como un puzzle. Ahora están repartiendo las bicicletas entre gente que las necesita. Hay que tener en cuenta que, como decía, allí una bicicleta no es un juguete. Comprar una bicicleta en Guinea puede suponerles dos meses de trabajo y, además, tienen que ir a buscarlas a Senegal porque en el país no se comercializan.
Y que sensaciones le producen los vídeos de las entregas?
Mucha satisfacción, realmente necesitaba ver esos vídeos. Llevábamos como dos años haciendo algo, con muchas ganas, con las dificultades de la covid etc y reconozco que necesitaba cerrar el círculo, por decirlo de alguna manera. En el fondo siempre tenías esa duda de si de verdad las bicicletas iban a llegar allá o no. Ver esto es lo que ahora da ganas de seguir. Además mi hijo, que ahora tiene 13 años, está muy implicado y eso también anima porque es un proyecto solidario que también tiene una carga educativa.