José Braña, alcalde de Negueira de Muñiz: “Hay que ir casa a casa, necesidad a necesidad”

Jessica Fernández
Explíquenos un poco cómo se inició en la política y cómo se convirtió en alcalde.
Yo siempre tuve inquietudes, siempre me gustó la política y siempre fui de izquierdas, así que decidí formar parte de la política local de mi ayuntamiento y empecé como concejal en 1999. En las siguientes elecciones me pusieron de segundo. Fueron unas elecciones con listas abiertas, con cinco candidatos y elección directa. Con la mala suerte de que el alcalde falleció, por lo que me dijeron: “Te toca a ti”. Así llevo 22 años siendo alcalde.
A nivel personal, qué sacrificios supone formar parte del Gobierno del Ayuntamiento?
Estar continuamente alerta y pendiente por si pasa algo, porque aunque es un ayuntamiento pequeño, cosas siempre pasan. Si hay algún problema, hay que hablar con el alcalde.
¿Y beneficios?
Yo siempre digo que lo más gratificante es trabajar por el pueblo. Al final haces muchas cosas, también te equivocas en otros aspectos, pero trabajas por tu pueblo. ¿Qué no harías por tu pueblo? La política local es muy bonita, porque estás pendiente de las cosas del día a día: las farolas, el camino… resuelves problemas básicos del vecindario. Nuestra legislación es muy escasa, pero creo que somos mucho más resolutivos y, de hecho, por eso somos los políticos mejor valorados, los locales. Un mal alcalde es muy difícil que vuelva a ser elegido; si nos eligen es porque lo hacemos bien, y cuanto más tiempo llevas, más experiencia acumulas.
¿Cómo equilibra la vida pública y la privada?
A costa de la vida familiar. Hay que compaginarlo. La gente que critica a los políticos por irse de vacaciones… Yo creo que hay que bajar un poco la crispación en la política y dejar de esparcir purín, porque al final hacemos que olamos todos mal. A quien vota hay que tratarlo como gente adulta. Los políticos tenemos el derecho y el deber de recapacitar muchas veces sobre las cosas que se hacen. Hay quien piensa que es muy fácil, pero no lo es. Si tú crees que eres muy capaz, puedes optar. Si crees que tienes la verdad absoluta, ¿por qué no? ¿Por qué no te animas? Así que el día a día en la política local es atender las necesidades del conjunto de la ciudadanía, porque eres el alcalde tanto de quienes te votan como de quienes no.
¿Cuáles son sus objetivos a nivel político?
En política no se piensa a largo plazo. Yo no descarto presentarme a las próximas elecciones, porque los alcaldes suelen repetir. Pero nuestros objetivos políticos son legislatura a legislatura, no miramos más allá. El compromiso siempre es por cuatro años.
Y si renueva en la Alcaldía, cuáles son las principales actuaciones previstas?
Las actuaciones que tengo en la cabeza son para esta legislatura. Hay varias cosas a las que les tengo ganas, pero es complejo. No quiero decir “voy a hacer esto”, porque no soy un alcalde de ese tipo. Hay muchos objetivos que se cumplen, pero no me gusta prometer ni comprometerme porque hay muchas cosas que no dependen solo de mí, por lo que no doy plazos. Creo que lo que hacen algunos políticos es una falta de respeto al ciudadano y yo les tengo respeto. Además, pienso que la sociedad es un poco ansiosa y a veces quiere autoengañarse, por eso algunos políticos dan plazos que después no se cumplen. Y eso no es bueno: no deberíamos calentarles la oreja a la gente para que esté contenta y luego defraudarla.
¿Cuáles son las principales líneas de su programa?
Tampoco soy mucho de programas. Cuando comenzamos la campaña de las últimas elecciones y fui a pedir el voto, compré una libreta y fui pueblo por pueblo, casa por casa, para hablar con los vecinos sobre cómo valoran las obras que hicimos. Todos me conocen y todos me proponen cosas; a veces discutimos porque creen que quedaron cosas por hacer o que alguna obra no está bien hecha. Pero, al final, vas casa a casa, necesidad a necesidad. Así voy anotando lo que me dicen para atender esas necesidades y promover esas actuaciones, y luego, durante la legislatura, voy tachando lo hecho. Se trata de mantener el pueblo lo mejor posible.
¿Cuáles considera que son las principales necesidades en su ayuntamiento?
La necesidad más importante está relacionada con la sanidad, ya que no tenemos médicos asignados. Necesitamos un médico que esté diariamente en el centro de salud, porque ahora solo viene uno una vez por semana desde A Fonsagrada. La gente lo que hace es ir al PAC como un peregrino. El problema es que si tienes un problema de salud y necesitas seguimiento, no lo puedes hacer con un médico en Negueira de Muñiz, porque el médico de cabecera no está. Otro problema es la movilidad, ya que no tenemos conexión por autobús ni con Lugo ni con A Fonsagrada. También nos gustaría poner en valor el embalse y toda la naturaleza del entorno. Creo que el proyecto de la Senda del Navia es muy interesante y podría darnos valor, igual que el tema del vino está poniendo Negueira en el mapa, porque es un enclave natural espectacular.
¿De qué proyectos se siente más orgulloso?
Un Ayuntamiento tiene que atender a sus competencias. En Negueira casi no se pagan impuestos: no se paga la basura, el agua ni el alumbrado. Además, mantenemos parques y jardines, un área recreativa, accesos, carreteras y el servicio de abastecimiento de agua. Eso es lo más importante para que los vecinos puedan vivir. De lo básico nos encargamos nosotros.
¿Qué le gustaría que los vecinos vieran en usted como alcalde?
Creo que me ven como una persona cercana, confiable y honesta. Puede que a veces sea un poco brusco, pero voy de cara. Ahora en política hay que tener mucho cuidado, porque se sacan las cosas de contexto, pero yo voy de frente.
¿Cómo es su relación con la oposición?
Muy buena, desde siempre, somos vecinos. A ver, quien debería contestar es el líder de la oposición, y claro que tenemos nuestras discrepancias, pero incluso apoyamos propuestas presentadas por Negueira Viva, como la relación con la República del Congo. Todo lo que sea bueno para Negueira de Muñiz, lo apoyaremos. Además, pienso que en política hay que templar un poco más. El no por el no es muy mala política. Y la oposición tiene que hacer su trabajo, que es controlar la acción de gobierno, y el gobierno tiene que gobernar.
MAS DE CERCA
Edad, estado civil y familiar.
55 años, casado y con dos hijos.
Profesión y formación.
Auxiliar administrativo y Graduado Social.
¿Y si no lo fuera, qué le gustaría ser?
Político, aunque también pensé que si volviera atrás estudiaría Criminología.
Qué quería ser de mayor?
Abogado, porque me gustaba la parte procesal.
Qué hace para desconectar?
Paso tiempo con mi familia.
Una virtud y un defecto.
Soy bravo, pero se me pasa rápido.
Un consejo para compartir.
Carpe Diem.
Un libro, una película o/e un grupo de música/cantante.
‘No queda nadie’, The Walking Dead y Melendi.
Una afición
Ver series y la tecnología.
Un lugar que visitar.
Negueira de Muñiz.
Una comida y una bebida.
Un buen pescado en A Mariña y un buen cocido en invierno; una caña en verano y un buen vino en invierno.
Un personaje admirado.
José Alberto Mujica Cordano, expresidente de Uruguay.
Una posesión preciada.
Mi familia, no soy materialista.
Un deseo.
La paz en el mundo.
Algo para olvidar.
El conflicto de Gaza.
Qué es lo que más valora en una persona?
La honestidad.
Un desafío pendiente.
Aprobar la oposición al Sergas.
Dónde se ve en cinco años?
Me veo siendo funcionario, viendo crecer a mis hijos y continuando a mirar por mi pueblo, desde el ámbito que sea.