La magia de las parroquias: San Xoán de Tirimol
La parroquia lucense de San Xoán de Tirimol se encuentra a escasos kilómetros de la capital, al norte, entre el polígono industrial del Ceao, la frontera con el municipio de Outeiro de Rei y la parroquia de Pías. Con esa proximidad a la ciudad de Lugo, hay cada vez menos habitantes, con datos sin actualizar desde el año 2007, cuando se contabilizaban 362 vecinos y vecinas.
La parroquia de Tirimol, además, cuenta con ocho lugares o núcleos de población: Bagueixos, A Brea, Cardelle, Grisín, Padín, Pedrouzón, Ramil y Seivane. Sin embargo, eso no dificulta la celebración de fiestas, como las patronales, que tienen lugar en San Juan, el patrón de esta parroquia. Cabe destacar que la parroquia cuenta con una agrupación social; la asociación de vecinos cultural y deportiva de San Juan de Tirimol, que dispone de un local social.
La parroquia destaca por su iglesia, de planta rectangular y en la que predomina la sencillez, ya que está poco ornamentada y con poca decoración. Junto a la iglesia, que contiene un pequeño campanario encima, hay un cementerio donde tienen lugar los entierros de los vecinos y vecinas que aún eligen esta parroquia para despedirse.
Además, esta iglesia escondía una joya del arte barroco, tres retablos de Domingo de Andrade, arquitecto del siglo XVII que trabajó en esta pieza con Bernabé García de Seares para entregarla a Santa María A Nova, pero investigadoras señalan que a finales del siglo XIX tuvo lugar el traslado de los retablos a la Iglesia de Tirimol. En el retablo mayor destaca la decoración en la parte superior, y en él se encuentra un escudo de orden dominica, cuyo sagrario en la parte media conservaba la fecha de construcción grabada, el año 1692.
Así, este conjunto en la Iglesia de Tirimol es uno de los más importantes tallados en Lugo en el siglo XVII, añadiendo, además, el hecho de que los trabajos fueron realizados por uno de los arquitectos más importantes de la época barroca gallega, Domingo de Andrade.