La sociedad lucense pide la implicación de las administraciones públicas para la construcción de un nuevo Pazo de los Deportes

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Técnicos y representantes públicos también coinciden en que Lugo necesita un nuevo pabellón que pueda acoger a los más de 5.000 abonados del CB Breogán
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21 Nov 2025

Cada jornada en la que el Club Baloncesto Breogán juega en el Pazo dos Deportes, se hace más evidente la urgencia de un nuevo recinto deportivo. Miles de aficionados se unen en cánticos en la campaña #PorUnPazoDigno, que recoge el malestar social ante unas instalaciones de 1992 y que, según muchos, ya no dan más de sí.

Con casi 40 años de vida, la infraestructura está próxima al fin de su vida útil, por lo que cada vez son más las voces que piden un nuevo espacio deportivo, como en su día el Pazo sustituyó al antiguo pabellón municipal.

Uno de los elementos que más demandan tanto jugadores como público general es un videomarcador, que ya debía estar instalado para la pasada temporada, pero desde el área de Deportes de la Diputación de Lugo, que dirige Efrén Castro, no se llevó a cabo. Sin embargo, al comenzar el verano se prometió que a principios de este estaría instalado y, de nuevo, se incumplieron los plazos. En la actualidad, los equipos que juegan en el Pazo y los aficionados continúan esperando la instalación del videomarcador que, al menos, ya está licitado. Aun así, algunos técnicos alertan de que, aunque la instalación del nuevo videomarcador pueda ser viable, supondría llevar la estructura a su máximo límite de resistencia.

Por otra parte, a pesar de las diferentes actuaciones realizadas por el área de Deportes de la Diputación de Lugo —como la mejora del pavimento, la impermeabilización de la cubierta o la eliminación de humedades—, estas intervenciones apenas logran paliar las carencias de una infraestructura que no cumple con las necesidades actuales. Concretamente, el pasado 6 de mayo comenzaron los trabajos de reparación integral de la cubierta del Pazo con el plazo, según la Vicepresidencia de la Diputación de Lugo, de tener los trabajos acabados en cuatro meses. No obstante, a día de hoy no se sabe cuándo terminarán; algo por lo que también protestan los ciudadanos que acuden al Pazo a disfrutar de los diferentes encuentros deportivos.

Técnicos y representantes públicos también coinciden en que Lugo necesita un nuevo pabellón que pueda acoger a los más de 5.000 abonados del CB Breogán —y a los que están en lista de espera para hacerse socios—, un equipo que compite en la primera Liga del baloncesto nacional. Pero no solo por eso, sino porque en Lugo cada vez hay más equipos que entrenan en este mismo espacio y no llegan las horas en las que se divide.

Muchos ciudadanos se preguntan por qué el Partido Popular de Lugo, tan crítico con la Diputación en esta materia, no adopta la misma firmeza a la hora de reclamar a la Xunta de Galicia una inversión decidida para construir un nuevo Pazo. El contraste es evidente: mientras el CB Breogán cuenta con alrededor de 5.050 abonados y unas instalaciones limitadas estructuralmente, el Club Deportivo Lugo, con menos de 3.000 socios, recibió recientemente una inversión de la Xunta de más de 3,8 millones de euros para reformar el estadio Anxo Carro.

Lugo necesita un nuevo pabellón, moderno y en la línea de los pabellones de la ACB, que además de acoger eventos deportivos, también pueda acoger otras propuestas culturales, como conciertos, representaciones teatrales, etc. Algo que no pudo hacer el nuevo Auditorio Fuxan Os Ventos, que teniendo la dimensión que tiene, de 20.000 m², se divide de tal forma que, en el salón central, la sala más grande, tiene solo 50 butacas más que el Auditorio Gustavo Freire, una capacidad para 900 personas; lo que no permite que paren en Lugo grandes espectáculos que exigen una infraestructura más amplia. La Xunta, que invirtió la mayor parte de los fondos para su construcción y puesta a punto, un coste total de casi 25 millones de euros, es la primera señalada como culpable de la situación, por su falta de ambición en la ciudad amurallada.

Para poner en marcha ese nuevo pabellón, es necesario que todas las administraciones —Ayuntamiento, Diputación, Xunta y Gobierno central— unan sus fuerzas en un objetivo común: dotar a Lugo de un nuevo pabellón moderno, seguro y acorde con las necesidades actuales, por el bien del deporte y de la ciudadanía lucense. Este espacio, además, sería un lugar de encuentro para familias y amigos de diferentes lugares que se juntan en un espacio a disfrutar de un espectáculo deportivo, posibilitando generar ingresos a través de cafeterías, restaurantes e incluso una tienda de promoción de los productos del propio club de la ACB.

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