La USC protagonizó un acto en recuerdo de las víctimas de violencia de género
Representantes del equipo de gobierno, de la comunidad universitaria de los centros docentes y del Consejo del Estudiantado de la USC guardaron un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas de violencia de género y en rechazo de la violencia contra las mujeres en este 25N.
El acto en en Lugo fue en el Edificio Intercentros con la participación del vicerrector de Organización Académica y Campus de Lugo, Francisco Fraga, y de la delegada del rector para la Igualdad, Sonia Esperanza Rodríguez Boente.
Bajo el lema ‘No son cifras, son personas’ a comunidad universitaria del Campus de Lugo participó en una performance, organizada por las comisiones de Igualdad del Campus, en la que simbólicamente 42 caderas representaban cada una de las víctimas con las que se cebó, en lo que va de año, la violencia machista. A La pronunciación del nombre de cada mujer asesinada, le seguía la lectura de datos relativos a su vida con la intención de construir un relato colectivo de este tipo de violencia.
En ambos campus, se dio lectura al Manifiesto 25N de la Red de Unidades de Igualdad de Género para la Excelencia Universitaria (RUIGEU) en el que se recuerda la responsabilidad de las universidades para actuar “cómo motor de cambio y de transformación hacia una sociedad más justa y libre de violencias machistas, en el que queda mucho por avanzar y es indudable que en ese avance nuestro papel resulta crucial”.
“Las universidades", dice el manifiesto, "son el mejor entorno posible para generar reflexión crítica sobre lo que significa un espacio educativo seguro para las mujeres; para identificar los factores de riesgo y las formas posibles de discriminación por razón de sexo en cada uno de los distintos contextos; para diseñar e implementar campañas de sensibilización frente a la violencia; y para activar acciones comunicativas que ayuden a visibilizar las manifestaciones de violencia machista que aún hoy permanecen normalizadas”.
Añade, además, que “para que la universidad pueda cumplir con la debida diligencia esa misión, es esencial que exista formación específica en perspectiva de género a todos los niveles, no solo respecto de quien participa en la toma de decisiones y de las diferentes áreas que intervienen en la aplicación de nuestras políticas –pues mismo las políticas aparentemente neutras pueden tener derivas discriminatorias– sino también respecto de quien desde la docencia y la investigación tiene la oportunidad de contribuir a avanzar en la igualdad efectiva de mujeres y hombres, y a erradicar la violencia contra las mujeres”.
Finaliza el comunicado poniendo de relieve el contexto global actual, “en el que el avance del movimiento feminista, que consiguió desafiar y cuestionar estructuras patriarcales, confluye con la emergencia de movimientos reaccionarios de extrema derecha, que buscan atacar y poner en riesgo derechos alcanzados, como el aborto, la coeducación o el reconocimiento a las diversidades. Es importante ser conscientes de este escenario para no escatimar en el esfuerzo y en el compromiso de erradicar las violencias machistas”, concluye.