Las obras del centro de Lugo avanzan sin plazos claros y con nuevas incógnitas por resolver
Una vez más, la ciudad ve cómo se desvanecen las fechas anunciadas por el Gobierno local para la finalización de las obras del proyecto Lugo Corazón Verde, que hace unos meses aseguraba que los trabajos de humanización en la calle Montevideo estarían terminados el 15 de mayo, y los del entorno de la Praza de Santo Domingo, el 15 de junio. Sin embargo, la realidad en las calles continúa alejada de esas previsiones.
El 16 de mayo se abrió al público un nuevo tramo de la calle Montevideo, una vez concluidas las principales tareas de peatonalización, pero seguían pendientes las actuaciones en la calle Bolaño Rivadeneira, concretamente entre el número 19 y la calle Nova. Allí, la aparición de restos arqueológicos de época romana obligó a reprogramar los trabajos, que a día de hoy, 11 de junio, siguen sin concluir.
En el caso de Santo Domingo, la fecha límite del 15 de junio también parece alejarse de la realidad. Las obras continúan en marcha y el ritmo actual no invita al optimismo respecto a una finalización inmediata. A esto se suma la necesidad de volver a intervenir en las calles Nova y San Marcos, afectadas por el paso reiterado de vehículos, y que requerirán una nueva mejora para recuperar su estado anterior.
Ante esta situación, desde Lugo Monumental proponen canalizar el final de las obras, cuando llegue, con una celebración ciudadana que marque el inicio de una nueva etapa para el centro histórico. La idea, remitida al Ayuntamiento, incluye actividades culturales, decoración de locales comerciales y un desfile por las nuevas zonas peatonalizadas, con el objetivo de revitalizar la vida social y comercial del casco antiguo. La iniciativa, sin embargo, no ha recibido respuesta oficial hasta el momento, algo que desde Lugo Monumental lamentan.
El colectivo también pone el foco en la falta de información sobre el día después de las obras: qué ocurrirá con los autobuses urbanos, dónde se ubicarán los taxis, cómo quedarán las zonas de carga y descarga o cuál será la aplicación concreta de la futura zona de cero emisiones, aspectos que aún están por definir.
Mientras tanto, el Gobierno local continúa recibiendo críticas y preguntas que, por ahora, siguen sin respuesta, en un contexto en el que la transformación del centro histórico de Lugo avanza, sí, pero con un ritmo y una planificación que siguen generando más dudas que certezas.