Los residentes de As Gándaras se manifestarán contra las obras de la Xunta al eliminar su espacio individual
Los residentes de la Residencia de Maiores das Gándaras se manifestarán este sábado, 29 de noviembre, frente al propio centro para mostrar su rechazo a las obras anunciadas por la Xunta de Galicia.
El proyecto autonómico, dotado con 7.931.000 euros, contempla una “reorganización de las habitaciones” que, según denuncian los mayores, supondría la desaparición del espacio individual diferenciado del que hasta ahora disponía cada residente dentro de las habitaciones compartidas.
La concentración está convocada para las 10.30 horas, bajo una pancarta con el lema “Amontonamento non, dignidad, sí”. El colectivo está encabezado por Antonio Losada, que exige la creación de habitaciones individuales para todos, especialmente por una cuestión de intimidad.
“Yo, por ejemplo, leo mucho y escucho música. Creo que es bueno que todos nos preparemos para el último viaje de nuestra vida de la forma que queramos y no compartir espacio con personas que quizá están amargadas o quieren amargar a los demás. Merecemos morir como queramos y de forma individual, rodeados de los nuestros y cada uno de los suyos”, explica.
Además de la manifestación, las familias de los residentes ya enviaron una carta a la Consellería de Política Social e Igualdade para poner en valor el espacio propio que existía hasta ahora, fundamental para garantizar intimidad y tranquilidad en personas de edad avanzada, muchas de ellas muy sensibles a cambios en su entorno y en su rutina diaria. Gracias a esa separación, podían descansar mejor, organizar sus objetos personales y mantener pequeños hábitos cotidianos —escuchar la radio, ver la televisión, leer…— sin interferir tanto en la vida del compañero o compañera de habitación.
Por este motivo, solicitan que se reconsidere el diseño previsto y que el proyecto se modifique “con el fin de garantizar una separación física sólida entre las camas y los espacios de cada residente en las habitaciones compartidas”. Consideran que una solución de este tipo permitiría que cada persona conservase un ámbito propio dentro del cuarto, con sus pertenencias y sus rutinas, minimizando molestias mutuas y haciendo que el centro se asemeje lo máximo posible a un hogar.