Lugo nombra hijos adoptivos a Xesús Alonso Montero y Rafael de Vega en un emotivo acto

O Vello Cárcere de Lugo acogió un emotivo acto de homenaje en el que el Ayuntamiento nombró hijos adoptivos de la ciudad a Xesús Alonso Montero y a Rafael de Vega Barrera, dos referentes cuya trayectoria marcó la historia de la educación y de la sanidad públicas en Galicia.
El acto estuvo guiado por las palabras del escritor y amigo de Alonso Montero, Claudio Rodríguez Fer, quien repasó la amplia trayectoria del profesor y su compromiso con el pensamiento crítico. El homenajeado, visiblemente emocionado, agradeció la distinción y reconoció que “como ciudadano y profesor en mis 16 años en Lugo viví el período más interesante de mi vida”. El docente recordó también las dificultades que sufrió durante el régimen franquista por su defensa de la cultura y de la lengua gallega, haciendo gala de su habitual retranca e ironía.
A continuación tuvo lugar el reconocimiento a Rafael de Vega, en el que participaron dos de sus nietos, Rafael Pérez de Vega y Santos de Vega Villa. En su discurso, agradecieron el nombramiento y subrayaron que “este acto no es solo un reconocimiento honorífico, es un gesto de reparación personal hacia alguien cuya vida estuvo guiada por la vocación de servir, sanar y dignificar al ser humano”. Añadieron que “recordar la memoria histórica y transmitir los valores de democracia que defendió nuestro abuelo es cerrar heridas con verdad, justicia social y reparación”.
El alcalde, Miguel Fernández, subrayó durante su intervención la importancia de “apelar a la memoria colectiva para construir la justicia social” y destacó “la huella imborrable que ambas personas dejaron en nuestra ciudad, un legado de valores que enriquecerá a las generaciones futuras”. Añadió que es “un día importante para todos y todas los lucenses”, pues, según indicó, “con estos nombramientos también se distingue a la ciudad y a las personas que trabajaron por mejorarla”. Fernández tuvo además palabras de recuerdo para la anterior alcaldesa, Paula Alvarellos, “quien impulsó estas distinciones, bien a título particular, en el caso de Rafael de Vega, o recogiendo las demandas vecinales para reconocer a Xesús Alonso Montero, propuestas que suscribo plenamente”. Además, destacó que Lugo reconoce así “a Alonso Montero por su papel clave en la formación de generaciones de estudiantes y en la defensa de la lengua gallega, y a Rafael de Vega por su contribución pionera a la modernización de la sanidad lucense y por su firme defensa del derecho universal a la salud”. Añadió que ambos “son dos figuras inspiradoras, ejemplares e irrepetibles para Lugo”.
El alcalde entregó a la familia la placa que reconoce a Rafael de Vega como “Hijo Adoptivo de Lugo por su ejemplo de humanidad, por su compromiso con la sociedad y por el sacrificio que honra nuestra historia. La memoria es la forma más digna que tenemos de hacer justicia”.
Los nietos de De Vega aprovecharon también para recordar la importancia de preservar la memoria histórica y advirtieron que “los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla”. Santos de Vega Villa, por su parte, felicitó a Alonso Montero “por el muy merecido nombramiento” y recordó que tuvo “la suerte de ser su alumno en el instituto Lucus Augusti”.
El acto se cerró con uno de los momentos más emotivos de la jornada: la lectura de una de las cartas que Rafael de Vega escribió en la celda número 33 de la cárcel horas antes de ser fusilado, un recuerdo que convirtió el patio do Vello Cárcere en un espacio de memoria, dignidad y reconocimiento.