Luis Casimiro, entrenador del CB Breogán: “Nuestra estrella debe ser el equipo”
Jessica Fernández
¿Cómo afronta el desafío de guiar al Breogán?
Lo afronté con mucha ilusión porque además venía de estar una temporada parado después de muchos años, y entonces tenía muchas ganas de entrenar. Cuando me llamó el Breo lo cogí con mucha ilusión y entusiasmo. Sabía que venía a una ciudad con mucha tradición de baloncesto, donde los aficionados están entregados al equipo y llenan el Pazo. Aquí hay trabajo; vamos a ver si retomamos y reconstruimos el equipo, y lo hago con muchas ganas e ilusión.
Lleva ya unas semanas con el equipo, ¿cuáles son sus sensaciones?
Mis sensaciones han sido muy buenas desde el primer momento con el equipo. Encontré jugadores con una gran actitud, escuchando y queriendo poner en práctica lo que yo les decía. Además, entrenamos tres días y nos fuimos a Gran Canaria y ganamos, y eso también ayuda a creer en lo que estamos diciendo y hablando. La verdad es que las sensaciones con el equipo son muy buenas. Es un club que funciona, es serio, humilde, pequeño, pero al mismo tiempo hace que esto sea más familiar. Por eso estoy encantado. Y el otro día que jugamos en el Pazo, mi primera vez, disfruté mucho del ambiente que había; disfruté viendo a la gente que llega temprano, cómo viven esos minutos preliminares… Así que impresionado con esto y encantado de poder ser parte del equipo local.
¿Hay cosas que mejorar o mantener como están?
Mantener el trabajo hecho es fundamental, ya que, si enseñas A, B y C, después viene D, pero nunca puedes olvidar lo anterior. Hay que trabajar e insistir en los pilares. También tenemos margen de mejora, porque cuando te subes a un tren en marcha, como en mi caso, seleccionas qué mensaje dar a los jugadores. Esos mensajes básicos pueden ayudarte. Poco a poco tienes que ir puliendo detalles. Por tanto, cada vez será más fácil, pero habrá más aspectos que incorporar. Entonces, al implementar más cosas, creo que podemos seguir mejorando lo básico, las líneas maestras, haciéndolo bien, pero hay que seguir perfeccionando en detalles que debemos pulir mucho.
¿Cuáles son los valores que transmite a sus jugadores?
Primero, quiero que ellos mismos generen una buena química de equipo. Yo como entrenador puedo fomentar esa química, pero ellos son los que están en el vestuario, pasan muchas horas juntos, duermen en las mismas habitaciones. Por lo tanto, son ellos quienes deben crear esa química, porque es fundamental para un equipo como el nuestro tener una buena relación. Después de construir esa buena química, llevarnos bien entre nosotros y ayudarnos, podemos construir más cosas alrededor de esto. Es esencial apoyarnos mutuamente y creer en lo que hacemos para que el compañero también lo crea. Además, me importa mucho el lenguaje corporal. Es algo que corregí al llegar. Si tienes esa actitud, el trabajo en el baloncesto vendrá después y será más fácil. En los momentos difíciles, será más sencillo salir adelante si tenemos buena química que si no fomentamos ese sentimiento colectivo. Estas son las ideas que intento transmitir desde el principio, además de las cuestiones técnicas del baloncesto.
Por lo tanto, el trabajo en equipo es esencial para conseguir resultados positivos.
Estoy totalmente convencido de ello. La experiencia de muchos años me ha demostrado que cuanto mejor equipo seas y mejor funcione el colectivo, mejor será el rendimiento. En un equipo como el nuestro, cuanto menos destaque un jugador individual, mejor será para el rendimiento general. Para mí, la estrella debe ser el equipo. Cada jugador tiene responsabilidades diferentes: unos juegan más minutos, otros en momentos decisivos, etc., pero lo prioritario es el equipo en general. Esa química debemos trasladarla a la cancha, y priorizo aspectos del juego que no dependen del balón para eliminar el egoísmo.
El nuevo jugador, John Egbunu, ¿qué suma al equipo?
Es un jugador que nos vendrá bien, ya que es diferente a los dos jugadores que tenemos en el equipo, Dragan Apić y Jordan Sakho. Es un jugador distinto que nos va a aportar. Tiene bastante experiencia, pero estuvo dos meses sin jugar desde finales de octubre, por lo que necesita un periodo de adaptación para alcanzar el ritmo en el que estamos. Esto le llevará un tiempo, pero su predisposición ha sido muy buena. Ha intentado seguir el ritmo y necesitamos que esté bien estos días para los partidos. Mi primera impresión ha sido buena, y la experiencia inicial me gustó.
"ESTOY CONTENTO Y MUY A GUSTO. ME GUSTARÍA ESTAR AQUÍ EL MÁXIMO"
¿Cuáles son los objetivos del equipo para el próximo año?
Como deseo de Año Nuevo, me gustaría que tuviésemos salud, porque en la primera semana estábamos muy felices. Veíamos al equipo entregado, haciendo las cosas bien, jugando bien, y se nos lesionó Charlie Moore, lo que fue duro. Necesitamos salud para poder trabajar. Si hacemos el trabajo, dependerá de nosotros. A nivel deportivo, el objetivo es la salvación: ganar suficientes partidos para mantener la categoría, salvar al Breogán y que podamos seguir la próxima temporada en la ACB.
A nivel personal, ¿cómo valora su trayectoria en estos 30 años?
Estoy encantado de haberla podido desarrollar. Me gusta mucho el baloncesto, lo vivo desde pequeño. Convertí mi juego en un hobby y mi hobby en una profesión. Llevo aquí muchos años, y con el tiempo lo disfruto cada vez más. Cuando eres joven tienes más estrés y competencia porque no sabes si podrás continuar. Ahora quiero disfrutar del trabajo porque mi vida está en la cancha. Disfruto más que cuando era joven. Por lo tanto, mi valoración es de gratitud, porque el baloncesto me ha permitido estar aquí tantos años y lo disfruto mucho.
¿Qué puede aportar a este equipo a nivel de experiencia?
Desde la experiencia, creo que puedo aportar control, intentar tener sentido común, hacer las cosas con ecuanimidad. Esto es fundamental para los jugadores, que sepan que las cosas se hacen con lógica y que trato a todo el mundo igual, con las mismas normas para todos, haciendo que todos se sientan bien. A nivel técnico, aporto mi experiencia en los entrenamientos y los partidos. Pero sobre todo quiero transmitir calma y que disfruten del baloncesto. Todos estamos aquí porque este deporte nos apasiona. Ellos son jugadores profesionales, pero no debemos dejar de disfrutar del juego. Tener responsabilidades no está reñido con disfrutar, pero siempre con disciplina y exigencia. Este equilibrio es algo que quise traer desde el principio y creo que lo están entendiendo.
¿Podría ser su último proyecto, finalizando su carrera en el Breogán?
Me gustaría que fuese lo más largo posible. No sé cuándo me retiraré, pero quisiera porque el Breo confió en mí y me dio la oportunidad de regresar a lo que me apasiona. Me gustaría devolverles eso manteniendo al equipo. Estoy contento aquí, trabajando bien y sintiéndome querido, así que me gustaría continuar el máximo tiempo posible.