Pablo Castro, presidente de Xaquedrum: “Queremos que el club sea de todos”

Jessica Fernández
La asociación Xaquedrum cumple 25 años trabajando con chicos y chicas para promover el ajedrez en Lugo. Nos habla del proyecto Pablo Castro, presidente de la entidad y alma mater de un club que, además de formar jugadores, crea comunidad, promueve valores y apuesta por la educación a través de un deporte milenario.
“Xaquedrum es una entidad de voluntariado juvenil donde utilizamos el ajedrez como una herramienta progresiva para los chicos, tanto los más pequeños como los adolescentes”. El objetivo es doble: por un lado, promover el ajedrez como actividad; por otro, implicar a la juventud en el voluntariado y en la organización de las propias actividades.
Todo comenzó con talleres de promoción en un colegio de Lugo. “Al principio empezamos haciendo talleres en el colegio Illa Verde por la tarde, como actividad extraescolar. Y después decidimos organizar un torneo grande”. Aquella primera experiencia puso en marcha una dinámica que acabaría por consolidarse con la creación de una escuela y de un club federado.
Así, la escuela nació para dar continuidad a los primeros pasos del alumnado. “Con el tiempo vimos la necesidad de tener un club para poder competir, ya que los chicos que iban participando podían jugar en la liga local de Lugo. Y además, después, con los que jugaban mejor, podías darles una formación más técnica en el local”.
Actualmente, la asociación cuenta con unos 85 socios, pero la cifra de jugadores federados es mucho mayor: alrededor de 320 personas participan en alguna de sus actividades. “Hay gente de todas las edades, desde pequeños a mayores. Tenemos dos grupos de iniciación y uno de tecnificación. Es un ejercicio de intergeneracionalidad, porque un chico de 10 años puede compartir aula con un señor de 45 y compartir nivel. Aquí va por nivel, no por edad”.
LOS ÉXITOS
Xaquedrum creció manteniendo una filosofía participativa y horizontal. “Promovemos que todo el mundo participe tanto en la organización, como en la actividad, como para recoger. Es una forma de que el club sea más suyo, para que vean que el club no es de una persona o de la directiva, sino que todos pueden participar activamente y tomar decisiones”. Muchos de los monitores actuales comenzaron siendo jugadores de la escuela. Esto es posible gracias a los proyectos de iniciativa juvenil de la Xunta, en los que Xaquedrum participa regularmente. “Cada vez que sale la subvención colaboramos, y son proyectos donde los jóvenes hacen todo: desde el inicio hasta el final. Así se sienten implicados, se relacionan entre ellos, tienen que organizarse, planificar y reflexionar sobre lo que hace falta para hacer la actividad. Es muy interesante, porque normalmente les das las cosas hechas, y aquí son protagonistas”.
En el ámbito competitivo, Xaquedrum es una potencia: “Somos el club con más equipos en Galicia. Eso demuestra que tenemos una cantera muy grande y donde participa mucha gente”.
Los éxitos individuales también llegan: “Este año, Pablo López Valera fue campeón de España universitario. Y Marcos Iglesias llegó al campeonato de España y quedó empatado con el tercer puesto. Acabó séptimo, pero con los mismos puntos. Además, todos los equipos del club este año se mantuvieron o ascendieron. Tenemos equipos en todas las divisiones, y en las primeras casi con el máximo de clubes permitidos”.

LAS ACTIVIDADES
Además de la escuela y la competición, Xaquedrum llevó a cabo numerosas actividades y proyectos innovadores. “Hicimos muchísimas cosas”, dice Castro. “Uno de los momentos más bonitos fue un intercambio con varios países. Fuimos país de acogida e hicimos actividades de ajedrez y también culturales. Estuvimos en Santiago, en La Coruña… Fue hace 6 o 7 años y fue una experiencia muy enriquecedora para los jóvenes y para todos”.
Otro proyecto especialmente destacado fue una iniciativa europea llamada Sadelia, centrada en el uso del ajedrez en entornos sociales. “Era una actividad que hacíamos en diferentes espacios como el psiquiátrico del HULA, con jóvenes con problemas judiciales, con voluntariado... Era un proyecto muy chulo”.
La actividad del club se sostiene gracias al apoyo de las administraciones. “Nuestros principales apoyos son el Ayuntamiento de Lugo, la Diputación y la Xunta. Dentro del Ayuntamiento, además de la asociación, llevamos un proyecto que se llama Ajedrez Escolar. A través del área de educación, intentamos promocionar el ajedrez en todos los colegios de Lugo”.
Este proyecto incluye actividades durante el horario lectivo, torneos escolares y eventos abiertos a la ciudadanía: “En junio hacemos el ajedrez gigante en la Plaza Mayor y en julio en el Castiñeiro. En septiembre volvemos a la Plaza Mayor y en octubre ya empezamos las clases en la escuela. También llevamos torneos al mercado, y organizamos el torneo entre institutos”.
Este último fue una apuesta arriesgada que salió bien: “Cada vez había más jóvenes de instituto que querían aprender o tecnificarse. Pensamos que podía ser interesante hacer un torneo entre institutos. Fue muy positivo: participaron 101 jugadores y jugadoras de 6 institutos de la ciudad. En algunos centros hubo que hacer fase previa porque se apuntaron 50 y solo podían participar 20”.
Xaquedrum también trabaja para hacer del ajedrez un deporte más inclusivo. “El ajedrez es más deporte de chicos. Pero intentamos promocionar para que participen cada vez más chicas. Este año tuvimos un equipo de madres que se implicaron. Al principio cuesta arrancar, pero cada año creo que habrá más madres, porque unas tiran de otras. También tuvimos equipos femeninos. Y aunque la liga es mixta, si haces un equipo femenino ellas se sienten más apoyadas y siguen jugando”.
LOS BENEFICIOS DEL AJEDREZ
En cuanto a los beneficios del ajedrez, Pablo Castro es contundente: “La capacidad de atención, la memoria... Para los mayores es muy bueno. Aunque jueguen de forma básica, están continuamente pensando dónde puede ir cada pieza, qué les están amenazando… Es un gimnasio mental. Una partida es un esfuerzo”.
Además, muchos adultos se acercan al juego con motivaciones personales: “Hay gente que piensa que el ajedrez es muy difícil, pero como lo introducimos nosotros, paso a paso, es relativamente sencillo poder jugar. Muchos mayores quieren aprender para poder jugar con su nieto o con su hijo”.
Y en la infancia es donde se ven los mayores beneficios: “Cuando das clases en quinto y sexto de Infantil o primero de Primaria, ves que son esponjas. Solo por mejorar la capacidad de atención ya vale la pena. Y en la adolescencia es muy interesante por la toma de decisiones: es un continuo decidir y aceptar las decisiones que tomas, buenas o malas, y tratar de recuperar en la partida”.
EL FUTURO
La principal necesidad que manifiesta el club es clara: un espacio digno y estable. “Llevamos reclamando desde hace tiempo un local específico. Un local grande, con varias aulas, un pequeño almacén... Faltan espacios. Nosotros necesitamos algo cedido directamente para la escuela. No puede ser que un día des clase en un sitio y otro día en otro. Vamos solucionando como pueden todos los deportes, pero no es lo ideal”.
De cara al futuro, el objetivo es claro: continuidad y crecimiento. “Queremos seguir como hasta ahora. Aumentar matrícula, aumentar federados, hacer más actividades, ampliar la participación en los institutos...”. Xaquedrum es hoy mucho más que un club de ajedrez. Es un espacio abierto, intergeneracional, educativo y comprometido. Un modelo que combina deporte, cultura, inclusión y voluntariado... sobre un tablero de 64 casillas.