Plataforma Feminista de Lugo: “Cada vez somos más, por lo que el feminismo impregna la sociedad de forma transversal”

Jessica Fernández
¿Cuándo y cómo surge la Plataforma Feminista Lugo?
La Plataforma Feminista de Lugo surge sobre la infraestructura de las activistas que nos precedieron en la lucha por el derecho al aborto y otras reivindicaciones de décadas anteriores, como la equiparación de derechos laborales. Bajo el nombre de Plataforma Feminista, llevamos trabajando desde el año 2010.
¿Cómo ha sido la evolución de este colectivo?
Actualmente, soy la miembro más antigua. Descubrí la PFL hace muchos años, una noche de invierno en la que vi a tres mujeres, Bego, Sara y Patri, frente al Ayuntamiento, sujetando un cartel, escrito por ellas, en contra de la violencia contra las mujeres. Iba con mi amiga Inma, y nos acercamos a hablar con ellas. La acogida que nos dieron, su fuerza y determinación nos enamoraron, y enseguida nos invitaron a participar en sus reuniones, y aquí seguimos. Ahora mismo, en el grupo de trabajo más activo, somos 14 mujeres, pero hay muchas más que van y vienen, condicionadas por la precariedad laboral y sus destinos. Pero siempre estamos abiertas a nuevas incorporaciones, siempre hay sitio para una más.
¿Cómo es la acogida de la sociedad lucense hacia la plataforma?
Esa parte también ha evolucionado favorablemente. Recuerdo que hace muchos años, una noche de protesta por el asesinato de una mujer, se acercaron dos mujeres mayores a insultarnos. Desde entonces, la cosa ha cambiado bastante. Hoy en día, hay mucha más conciencia sobre la igualdad, y la gente ya nos conoce, después de tantos años en las calles, Lugo ya sabe lo que hacemos, por qué lo hacemos, por quién lo hacemos y sabe que trabajamos gratuitamente, sin esperar nada más que despertar el espíritu crítico, motivar a las mujeres a que no se resignen, a que luchen, a que sepan que no están solas, a tejer redes con todas y para todas, a remover conciencias, y a luchar sin descanso contra el patriarcado y sus múltiples formas de someter y explotar a las mujeres. Por otra parte, nos sentimos muy respetadas y reconfortadas cuando recibimos muestras de aliento y agradecimiento. Eso es para nosotras el motor y la fuerza para seguir en la lucha. No conocemos nada más gratificante ni hermoso que sentir una mirada de cariño o un abrazo de agradecimiento de una mujer, mayor o joven, a la que pudimos ayudar o motivar.
¿En qué se basa hoy en día la Plataforma Feminista?
La Plataforma recogió la semilla del trabajo invisible e impagable de nuestras precursoras, pero ha evolucionado y sigue haciéndolo en torno a las diferentes demandas sociales, laborales y humanas que siguen surgiendo. El mundo está en constante evolución, y ahora sabemos mucho más: más allá de la existencia de lesbianas, gais, transexuales y personas bisexuales, también hay intersexuales, muchas personas que rechazan el binarismo y muchas que no se identifican con ninguna sigla del acrónimo. Ahora también conocemos y luchamos contra nuevas formas de violencia como las digitales: ciberacoso, sexting, acecho, grooming, shaming o doxing, que afectan a nuestra juventud. Nuestra firme posición en el apoyo a las mujeres transexuales es motivo de orgullo en nuestra Plataforma, que se autodefine como transincluyente, transversal, decolonial, anticapitalista, antirracista, antifascista y apartidista. Somos libres y soberanas para militar o simpatizar individualmente con lo que cada una considere oportuno en cualquier momento, pero como Plataforma no tenemos amo ni dueño, tampoco recibimos prestación, subvención o prebenda de ningún tipo, material o inmaterial, que nos condicione, por lo que nuestras decisiones siempre se toman en base a consensos y disensos, libres de presiones o doctrinas externas.

Háblenos de las grandes citas del feminismo: el 8M y el 25N.
Nosotras trabajamos todo el año en distintos ámbitos, no siempre programados, porque desgraciadamente es la actualidad la que muchas veces marca nuestra agenda. Las barbaridades cotidianas que surgen van llenando la hoja de ruta de nuestro trabajo: asesinatos machistas, violencia vicaria, violaciones intrafamiliares, violencia en la pareja, acoso, violencias digitales. Sin desatender el trabajo diario, y aunque la vida no da tregua, siempre afrontamos con toda la fuerza que tenemos las dos grandes citas del feminismo, el 8M y el 25N, que para nosotras suponen un gran reto cada año, porque lo damos todo en cada ocasión. Cada año intentamos dar un nuevo enfoque, una nueva luz para hacer bien las cosas, para llegar a más gente, para concienciar más. Cuidamos mucho los espacios de reunión, creamos sitios seguros donde puedan fluir libremente los sentimientos de todas nosotras, tejemos el máximo de redes posibles, sabedoras de que la diversidad es nuestra fuerza y nuestra mayor grandeza. Acogemos a todas en Asambleas Abiertas y escuchamos todas las voces, todos los sentimientos. Cada día somos más, y somos muy distintas, diversas y únicas, y nuestra diferencia nos hace más abiertas y mejores. Aprendemos unas de otras, y en ese ambiente es como surgen todas las consignas, los lemas, las pancartas con mensajes, las arengas, los manifiestos. Elegimos con gran consenso cada frase, cada tema, y a las mujeres a las que proponemos leer los manifiestos.
¿En qué consiste el trabajo de la Plataforma, más allá del 8M?
A través de nuestras redes sociales, nos llegan todo tipo de consultas, demandas, peticiones de ayuda, que, con la precariedad de medios que tenemos, resulta materialmente imposible atender todas, aunque intentamos responder. A veces necesitan profesionales expertos en distintos aspectos, legales, sociales, económicos, etc., que las administraciones no cubren. Esa es la parte más frustrante de nuestro trabajo. A lo largo de la historia de la Plataforma, hemos realizado todo tipo de talleres y un sinfín de reuniones específicas para tratar temas concretos que nos llaman la atención o inducen al debate, por lo que invitamos a otras mujeres profesionales de los temas en cuestión, para autoformarnos y educarnos en lo que nos preocupa, que es lo que preocupa a las mujeres en general. Hacemos acciones callejeras, con mesas informativas sobre temas de actualidad. Hemos realizado ciclos de cine feminista, recomendaciones de literatura feminista, y talleres muy diversos, como los de Empoderamiento Feminista, o más prácticos como de Defensa Personal, también talleres de Teatro Feminista, e infinidad de charlas de todo tipo. El 28 de junio, celebramos junto con los compañeros de Avante LGTBIQ+ Lugo el día del Orgullo. El 28 de septiembre, reivindicamos el Día Internacional por el Acceso al Aborto Legal y Seguro, para recordar que cada año mueren más de medio millón de mujeres, la mayoría en países en vías de desarrollo; y en lo que respecta a nuestro país, recordamos con nuestra presencia que seguimos vigilantes para que no se dé ni un solo paso atrás en los derechos conquistados. Además, en verano, asistimos a festivales feministas, donde nos relacionamos con otros colectivos del país, y compartimos sentimientos y experiencias, donde también aprovechamos para llevar nuestro merchandising, de nuestros propios diseños, algunos de ellos ampliamente reconocidos y buscados por la gente, como los que llevan nuestro lema de Mulleres Bravas. Esto supone la única fuente de ingresos que tenemos, y gracias a la cual podemos acometer eventos tan multitudinarios como el 8M o el 25N, porque somos autogestionadas.
¿Tienen colaboración con otras entidades para desarrollar sus proyectos?
Sí, por supuesto, es una de nuestras prioridades, tejer lazos y tender puentes, creemos que escuchándonos aprendemos unas de otras. Tenemos una estrecha relación de colaboración con colectivos como Aliad Ultreia, máximo representante de la lucha contra la explotación sexual y la trata; con Impunidade Carioca, con Arelas, la Asociación de Familias de Menores Trans de Galicia; con Avante LGTBIQ+ Lugo, con la Plataforma Lugo por Palestina, con la Red Asociativa de Lugo, a la que pertenecemos junto con otros colectivos como el Centro Social Madia Leva, Centro Social A Hedreira, Vagalume, Semente, o Adega. También formamos parte del Convivio Feminista Lucense, que es una red donde conviven y comparten colectivos feministas de toda la provincia, de norte a sur, como el Observatorio da Mariña Lucense, Mulleres de Raíz de Sarria, FemForte de Monforte de Lemos, Feministas de Vilalba, Feministas da Terra Chá, PolaMiuda de Chantada, o el Colectivo Feminista das Pontes. Admiramos mucho el trabajo incansable del Sindicato Labrego Galego, que para nosotras es un referente, por lo que cualquier colaboración con ellas es un honor.
¿Cuáles son las necesidades de la Plataforma?
Necesidades tenemos muchas, pero nuestra filosofía es seguir siendo autogestionadas, a través de los diseños de nuestro propio merchandising y gracias a la gente que colabora adquiriendo nuestros paraguas, tazas y camisetas. No pedimos ayudas de ningún tipo a la Xunta, la Diputación o el Ayuntamiento, porque entendemos que eso coartaría nuestra libertad a la hora de exigir que se cumplan las leyes y normativas aplicables. No estamos hipotecadas a la hora de reclamar, por lo que preferimos la precariedad económica a cambio de disponer de toda la libertad de acción.
¿Cuáles son los proyectos de futuro?
La prioridad es estar vigilantes ante las políticas públicas, especialmente aquellas que nos afectan más a las mujeres, y denunciar lo que no funciona bien o lo que no se está cubriendo, y, por supuesto, seguir formándonos e informándonos, seguir tejiendo lazos y puentes con el objetivo de conseguir que el feminismo sea uno, diverso, variado, con todos los colores, pero con una motivación principal: el enemigo no somos nosotras, el enemigo se llama Patriarcado. Por eso seguiremos nutriéndonos constantemente durante todo el año de las voces implicadas en los procesos, en las historias personales, para poder cambiar y denunciar lo que funciona mal, lo que haya que corregir. Al menos en nuestra ciudad, aspiramos a ser la voz de todas, por eso hacemos asambleas abiertas y coloquios donde reforzamos nuestros proyectos y crecemos en el aprendizaje colectivo. Seguir manteniendo el compromiso con otros colectivos con los que colaboramos estrechamente y apoyar causas que nos parecen justas e importantes, como por ejemplo Altri. También queremos trabajar en aprender a cuidarnos, porque el activismo tal y como lo sentimos y lo expresamos es muy devastador. Después de escuchar las historias que nos llegan, es muy difícil conciliar el sueño. Se siente mucha impotencia cuando una y otra vez se suceden los casos de violencia machista, desgasta y hiere profundamente. Por otra parte, vamos a iniciar en el próximo trimestre una nueva Ronda de Trabajos itinerantes, que nos llevará a lugares donde aún no habíamos llegado, y que prometen ser muy interesantes.
¿Queda mucho por hacer por el feminismo en Lugo y, en general, en la sociedad?
Somos conscientes de que queda casi todo por hacer, aunque es cierto que cada día somos más, y más fuertes, llegamos a más mujeres y hombres, porque el feminismo debe impregnar la sociedad de forma transversal. Mirando atrás, puede parecer que hemos avanzado en algunas cosas, pero las desigualdades estructurales siguen presentes en todos los ámbitos de la sociedad, pues seguimos ancladas en un sistema capitalista y patriarcal. La igualdad a día de hoy es una falacia. Decir que hemos avanzado cuando la mayoría de las mujeres seguimos trabajando gratis más de dos meses al año debido a las diferencias salariales por los mismos trabajos, cuando acaparamos todos los trabajos de cuidados, los más precarizados, sin estabilidad laboral y menospreciados, no es acertado. Hay que recordar los miles de millones de riqueza que se “ahorra” el Estado a costa de que miles de mujeres trabajen gratis, permitiendo que la carga de los cuidados recaiga sobre nosotras, que tenemos que renunciar a nuestra formación y a abandonar nuestros trabajos total o parcialmente en busca de la conciliación, para hacernos cargo de los dependientes de nuestro entorno, cuando es el Estado el que debería asumir esas cargas, provocando, con todo esto, que al llegar a la vejez tengamos las pensiones más míseras, las más bajas del país, por no haber “cotizado el tiempo suficiente”. Es especialmente doloroso ver esta misma situación en el mundo rural, es demoledor comprobar que en la mayoría de las casas es la mujer la que carece de pensión alguna, después de toda una vida de sacrificios y trabajos dentro y fuera del hogar. Una vez más, explotadas, maltratadas e invisibilizadas. La respuesta es sí, efectivamente, queda todo por hacer.
¿Ha empeorado la visión del feminismo actualmente debido a los discursos que se escuchan?
Puede que la visión del feminismo haya empeorado porque la lucha feminista no deja de crecer, ocupando cada vez más espacios, lo que lógicamente va en contra de partidos y colectivos de ultraderecha que no reparan en medios para atacar al movimiento feminista. Creemos que la desinformación y los bulos son el principal problema que debemos abordar. Las nuevas generaciones se educan sobre bases patriarcales, por lo que reflejan una situación que ya viene de antes.
¿Puede explicar qué es el patriarcado?
El patriarcado permea toda la sociedad, por lo que lógicamente afecta a todos los niveles: social, político, cultural y económico. Este sistema perpetúa un poder y unos privilegios que ejercen los hombres frente a otras identidades de género, principalmente sobre las mujeres. Es fácil entender que, después de siglos de opresión y ostentación de este poder de los hombres sobre las mujeres, haya reacciones y se nieguen a entender nuestro discurso, pero el hecho mismo de que un hombre pueda sentirse “amenazado” refleja la comodidad con la que se encuentra en el sistema patriarcal. Pedimos que se nos escuche, y que ellos mismos busquen formación e información directamente con las mujeres más cercanas, y escuchen sus experiencias. Llegará el día en que los hombres entiendan que el feminismo no va de quitar derechos a los hombres, sino de conseguir la plena igualdad entre personas.