Ribeira de Piquín, un modelo de integración para los refugiados en Galicia
El secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, visitó el aula de formación atendida por la ONG Rescate Internacional en Ribeira de Piquín junto con su alcalde, el socialista Roberto Fernández, y mantuvieron un encuentro con la empresa Conelec, donde cinco refugiados comenzarán a trabajar este mismo mes de enero.
Besteiro destacó el trabajo por integrar inmigrantes refugiados que se está llevando a cabo como ejemplo positivo del municipio como muestra de la “integración real, de lo que significa ser generosos para acoger e integrar” a 51 personas que llegaron a Galicia “huyendo del drama de Mali y Senegal”. Destacó que con esta iniciativa se está atendiendo también la necesidad de mano de obra en la parte de Galicia que más lo necesita para combatir la despoblación, como es este municipio lucense de menos de 500 habitantes.
El secretario general de los socialistas gallegos indicó que el impulso para la acogida e integración social y laboral de estos refugiados responde al trabajo del gobierno de España y de los municipios implicados para “abrir los brazos a los refugiados”, quienes hoy, dijo, “hoy son más gallegos que cuando llegaron hace cuatro meses”. Explicó que ya forman parte de la fuerza laboral que necesitan las empresas, luego de tan solo unos meses de formación, primero en el idioma y luego adquiriendo la capacitación profesional necesaria.
El alcalde de la localidad, Roberto Fernández, explicó el trabajo del municipio conjuntamente con la ONG y las empresas interesadas para proporcionar a estos jóvenes la formación que necesitan para trabajar en sectores como el forestal, la hostelería, la construcción o el eléctrico. Subrayó que se trata de una iniciativa “distinta y necesaria para los municipios que padecen despoblación”.
Fernández resaltó que “necesitamos de su integración para conectar por una parte la realidad de las necesidades de los inmigrantes que llegan en una situación difícil y por otra parte de las empresas que necesitan mano de obra”. Apuntó así a la “doble cara de la moneda” de la “solidaridad y humanidad” que además beneficia a un municipio despoblado que está formando a medio centenar de trabajadores en un trabajo que beneficiará a toda la comarca.