Vecinos de Hombreiro: “las asociaciones son de los más importante que tenemos en las aldeas”

Una centena de miembros, aunque ellos cuentan por casas y no por socios, asegura el futuro de este colectivo. “Contamos con unas 29 casas y suponen unas 4-5 personas por cada una de ellas, entonces somos bastantes”. Una reunión en febrero marca el inicio de su actividad, que se mantiene a lo largo de los meses. “Empezamos con el Carnaval, con una fiesta y una comida en la que juntamos a unas 100 personas. Después en abril montamos un campeonato de tute y subasta en el que contamos con bastante participación. Duró casi un mes y medio y el colofón final fue una comida, el Sano Euleuteiro, donde reunimos a todos los participantes y entregamos los premios”.

Otras citas, como el Fuego Nuevo, el San Martiño, su patrón y el San Roque, que se hace en la hinca de la asociación, acaban por completar las propuestas en la parroquia. “El terreno son 20.000 metros cuadrados de titularidad de la Xunta, pero estamos intentando cerrarlo porque nos lo cedieron durante 75 años. Allí se había querido el Ayuntamiento podría hacer actuaciones importantes”. Los viajes, que organizan desde que el colectivo echó a andar, también se encuentran entre las citas habituales. “Desde lo principio éramos los encargados de organizarlas. En abril, hicimos un viaje de tipo cultural de dos días a Oporto.

Fuimos unas 45 personas y visitamos, por ejemplo, las bodegas y el río Duero con un guía. En julio fuimos a la Costa da Morte también con el objetivo de pasar un día todos juntos y en septiembre nos acercamos a las Rías Baixas”. Programar estas actividades no resulta fácil para la directiva formada por 11 vecinos. “Es un gran trabajo, yo lo hice por míos padres, pero la gente fue marchando. Quedamos unos cantos y también cansada, porque tienes que estar continuamente pidiendo subvenciones, con el papeleo y organizando todo”.

El esfuerzo queda reflejado precisamente en su local social que ellos mismos hicieron. “Llevamos gastado cerca de 300.000 euros. Y lo fijemos la gente del pueblo, evidentemente con ayudas, pero nos encargamos nosotros de todo”. Junto con la labor cultural, desde la asociación intentan juntar las demandas colectivas y proponer mejoras, como puede ser el servicio de transporte público. “Estamos a 7 kilómetros de la centro de la ciudad. Es increíble que siga habiendo buses para allá de Ramil pero, aunque desde Ramil a Hombro hay 4 kilómetros, no son capaces de hacer que baje un autobús. Una empresa cubre la línea una vez al día, pero tienes que estar pendiente y si no te coincide la hora no tienes que hacer”. El abastecimiento también ocupa sus reivindicaciones. “Llevaron el agua a Adai, que está a 1 kilómetro y medio, y nosotros que somos 210 vecinos estamos cansados de pedirlo”. En cuanto a la seguridad, demandan arreglos nos sus 30 kilómetros de pistas y piden una senda para los peones en la carretera del Vilardón “No pedimos una acera, sino un camino para venir de Ramil andando hasta Hombro.

Es súper peligroso, tanto por una mano como por la otra, porque tienes que ir por donde pasan los coches”. Tampoco se olvidan del cuidado de los ríos y de los dos puentes que atraviesan el lugar. “La del Narla, que va para Seivane y Aspai, lleva un año y medio cortada y seguimos haciendo protestas. La del Miño cada vez que hay riada trae los árboles y también pedimos que se limpie, aunque se metió la Confederación y parece que mejora la situación. Además, estamos al lado del río, donde se podría hacer algo espectacular”. Mientras continúan demandando mejoras para el pueblo, van a seguir dinamizando la vida cultural y fomentando las uniones en este núcleo, unas tareas para las que precisan la ayuda de todos los vecinos. “Intentaremos seguir haciendo actividades, pero el importante seria de tener la colaboración de todo el mundo”.