Vecinos de Lugo denuncian la presencia de materiales de obra sin vallar ni señalizar en el centro de la ciudad, concretamente en un hueco de la Plaza de Santo Domingo, en la calle del Hospital, entre la parte alta de la plaza y la calle Quiroga Ballesteros.

Se trata de una zona de paso habitual y también de ocio infantil, ya que, según señalan los residentes, es frecuente ver a niños jugando allí por las tardes.
El espacio afectado presenta diversos elementos potencialmente peligrosos: palés colocados en equilibrio inestable y planchas de hierro dispuestas con aristas y puntas a una altura que podría provocar lesiones en las piernas o tobillos de las personas que transitan o juegan cerca.
Los vecinos expresan su preocupación por la falta de medidas de seguridad en una zona tan céntrica y concurrida. “Es incomprensible que en un lugar por el que pasan cientos de personas cada día, y en el que juegan niños, se puedan dejar materiales así, sin vallado ni ninguna señalización que advierta del peligro”, comenta una residente de la zona.
La legislación vigente es clara al respecto. A nivel estatal, el Real Decreto 1627/1997 obliga a que todas las obras cuenten con un plan de seguridad y salud, en el que se estipule expresamente la protección del entorno para evitar riesgos a terceros, incluyendo el vallado de las zonas de acopio de materiales.

A esto se suma la Ley 2/2016 del Suelo de Galicia, que impone la obligación de garantizar la seguridad y accesibilidad en los espacios urbanos afectados por obras. Por su parte, la normativa municipal lucense también recoge la necesidad de vallar y señalizar adecuadamente cualquier intervención que implique la ocupación de la vía pública.
Ante esta situación, los vecinos reclaman al Ayuntamiento de Lugo que intervenga de manera inmediata, exigiendo a las empresas responsables de las obras el cumplimiento estricto de la normativa para evitar riesgos innecesarios. Consideran que no se puede esperar a que ocurra un accidente para actuar y recuerdan que la responsabilidad última de la seguridad en el espacio público recae en las administraciones locales.