Vecinos de Santalla de Lamas: “Todos colaboramos y los que vienen a vivir aquí también participan”

Lugo

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Unos 100 socios componen la asociación de esta parroquia de Lugo, que suma más de dos décadas de vida apostando por la vida cultura y social a través de citas como el Carnaval, el fuego nuevo o la fiesta de Santa Eulalia

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13 oct 2024

Lucía Blanco

La asociación de la parroquia de Santalla de Lamas, en Lugo, cuenta con más de dos décadas de historia, en las que gracias a la colaboración de los vecinos lograron dinamizar la vida cultural y fomentar las uniones en este núcleo de población. Manuel Rodríguez fue el fundador del colectivo allá por el año 2001 cuando los tiempos eran otros. “Echó a andar gracias a él. Estuvo 19 años de presidente, fue lo que impulsó todo y dio mucho de su tiempo por la asociación en un momento bien distinto cuando era más complicado porque ahora todo se hace por correo o mensaje”, cuenta Ana María López, que le tomó el relieve al frente del colectivo, que suma ya unos 100 socios.

“Se cuentan por casas, pero hay gente de fuera de la parroquia que se asoció y gente que está viniendo para aquí y también se une”. Aunque hay muchos mayores, intentan también llegar a los más nuevos con sus propuestas.

“Por ejemplo, hacemos el Fuego Nuevo, el magosto y el Carnaval que un día es para los niños y vamos por el pueblo todos disfrazados y otro día organizamos nuestra comida. Intentamos siempre inculcarles a los niños a importancia de la asociación”. También prepararon las fiestas del San Roque que celebraron el 23 y 24 de agosto. Comezaronn con churrascada popular y verbena de la mano del grupo Rubí, mientras que el sábado tuvieron misa solemne, sesión vermú con el trío Mar de Caión, que también amenizará la verbena. En Lamas tampoco olvidan las tradiciones y apuestan por mantener vivas las citas con más arraigo en la zona como es la fiesta de Santa Eulalia, que lograron recuperar. “Llevaba 80 años sin celebrarse y la llevamos organizando nosotros unos 7 años, sin contar el parón por la pandemia, siempre en el mes de febrero”. La participación en todas sus reuniones deja muy buen sabor de boca: “Los vecinos siempre se animan, normalmente juntamos más de 40 personas”, dice.

Junto con las reuniones y romerías, los cursos y talleres protagonizan el calendario de esta parroquia lucense. “Este año tuvimos restauración de muebles, pilates y pandereta, que creo que fue lo que más gustó. De hecho una vecina de aquí compuso una canción sobre Lamas”. Pero programarlos no resulta fácil, reconoce. “Es complicado por el tema de los horarios. Por ejemplo, pilates lo pudimos poner por la noche porque se no la gente que trabaja a las cuatro de la tarde no puede ir pero intentamos acomodarnos también a la gente trabajadora”. En cuanto a las necesidades de la parroquia, se sienten escuchados por los miembros del Ayuntamiento y de la corporación municipal.

“Cuando los invitamos a las comidas que organizamos aprovechamos para trasladar nuestras demandas, como puede ser los arreglos de los caminos y nos van ayudando todos, no nos decantamos por ninguno porque el importante es mirar por el pueblo”. El trabajo de estar en la asociación, preparar las reuniones y velar por el pueblo asegura que no es poco. “Tienes que sacar tiempo libre y de estar con la familia. Yo por ejemplo además de ser la presidenta estoy también en la comisión de fiestas porque se no hay alguien que tire malo. Manuel luchó muchos años por la asociación y no podemos dejar que se desborde”. Sin embargo, el esfuerzo paga la pena en una parroquia como la suya, que es muy unida. “Todos hacemos por todos. Por ejemplo, tenemos una fuente a la que viene mucha gente por agua y nos encargamos de limpiarla, de rozar y de tenerla bien. Colaboramos y nos almorzamos y lo que más me gusta es que la gente que se vino a vivir aquí también se hizo socia y se animan a participar”, concluye.