Continúan os movementos no Club Fluvial
O Club Fluvial continúa sendo o centro de mira de moitos lucenses na actualidade. A primeira concesión produciuse no 1998 e, no 2018, era o momento de renovala. Sen embargo, a pesar de que se solicitou unha nova dende o Club Fluvial para continuar coa explotación dos terreos, esta decaeu pola falta de documentación que se require.
Xa no ano 2020, o Club Fluvial volveu a solicitar dita concesión -a última que solicitou-, sen embargo, esta decaeu porque o proxecto que presentou non contemplaba a eliminación de certos obstáculos ou construcións que están no dominio público hidráulico. Así pois, os obstáculos mencionados son a piscina que se atopa no cauce do río, o peitoril que se atopa entre terra firme e o río e o peche da servidume. Unha vez denegada a concesión, a Xunta Directiva do Fluvial reuniuse con técnicos da Confederación Hidrográfica co fin de que se detallaran os motivos polos cales non se renovou a concesión.
Tras esa reunión, dende o Club Fluvial declararon que presentarán un recurso de reposición ante a Confederación Hidrográfica porque esta non renovou a concesión durante 20 anos máis. No caso de que este se desestime, dende a entidade queren continuar pola vía xudicial levando a cabo un contencioso-administrativo ante o Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
Esta decisión tómase tamén, por recomendación dos seus servicios xurídicos e porque, según certos informes, as instalacións que se queren eliminar son compatibles co que establece o Plan Hidrolóxico Nacional para a zona de dominio público hidráulico. Por esta razón, dende o Fluvial consideran que sería precipitado prescindir dunhas infraestruturas para solicitar de novo o concurso e se renove a concesión.
Así mesmo, dende o Fluvial consideran que esa zona non está suxeita a un especial risco de inundación e que, según o Plan Hidrolóxico da Demarcación Hidrográfica de Galicia pódense manter actuacións realizadas no leito, sempre que se poida xustificar cun estudo técnico a evacuación sen danos das enchentes de ata 100 anos de período de retorno.
Ademais, consideran que o único que solicitan é poder seguir explotando as instalacións do Club Fluvial e que non se pretende realizar ningunha obra a maiores; polo que ditas infraestruturas xa existían na primeira concesión en 1998. Por outra parte, inciden en que a concesión en dominio público hidráulico ten un amplio margen de discrecionalidade técnica, para outorgar ou denegar.
Esta situación que está a suceder xa foi prevista por algúns dos socios do Fluvial que analizaban o que ocorría e que se manifestaban ao respecto. Así o fixo un deles que actualmente está expulsado, Julio Méndez. Despois de manterse á marxe, decidiu publicar unha carta aberta ao Club Fluvial para comentar a súa situación personal, entre outras cuestións.
"CARTA ABIERTA AL CLUB FLUVIAL DE LUGO.
Hace varios meses, por iniciativa del presidente de este Club, se me ha abierto un expediente y expulsado como socio del mismo. Con carnet número 3.616.
Considero necesario, mediante pública comunicación, aclarar mi posición personal al respecto de la situación generada por la Junta Directiva del Club Fluvial.
Llevamos una temporada complicada para todos, muchas han sido las circunstancias sobrevenidas que nos rodean en los últimos tiempos y que de sobra son conocidas por todas aquellas personas que se han querido informar. Pero cierto es que algo sacude de forma pública y notoria determinadas actitudes, la evidencia de la actuación de algunas Administraciones públicas en defensa de la legalidad y su concreción, esto es la sanción al Club Fluvial por distintas actuaciones irregulares, que se ha conocido en prensa en los últimos días.
La junta directiva del Club Fluvial y en concreto algún personaje de extraño pelaje, parece no haber comprendido nada. Declaro que en principio, no tengo nada personal contra ninguno (bueno, contra alguno concreto sí) de los componentes, pero si he de aclarar un par de cuestiones.
Reconozco que he sido crítico con algunas acciones de la junta directiva, sobre todo del presidente y me he permitido llamarle mentiroso porque hizo públicas afirmaciones que no eran ciertas. Eso me costó un expediente y la expulsión. Eso es llevar las cosas al máximo extremo. Y eso no se olvida...
Pero, actualmente, alguno de esos personajes de pelaje hiénido, ha creado y difundido, entre compromisarios y socios, que todos los males de las erróneas y erráticas acciones al respecto de la obra del aparcamiento, de la pérdida de concesión, etc., son culpa de la Confederación Hidrográfica y del Concello de Lugo, o al menos eso pudimos leer en declaraciones del presidente en un medio de comunicación.
Se añade ahora como origen del mal que acosa a la junta directiva, su presidente y por ende a todo el Club Fluvial, la última coletilla, esto es, una supuesta pretensión por mi parte de querer acceder a la presidencia del Club.
Ciertamente me importa un comino el origen de ese bulo referido a mí, pero considero necesario aclararlo con el fin de despejar cualquier mala interpretación que se pudiera dar. Ni ahora ni en el futuro voy a ser ni presidente ni miembro de ninguna junta directiva del Club Fluvial. Nunca. Y lo digo públicamente.
Y la persona que ha creado ese rumor carece de la mínima ética moral. Hace falta ser muy mezquino, muy rastrero y sin el mínimo pudor ni decencia para difundir algo así.
No sé si algún integrante de la junta directiva actual me conoce lo suficiente para juzgarme, seguro que no. Por esa razón voy a apelar a su condición de representantes de una entidad muy veterana y muy decente, para que no se pongan a la altura de quien ha iniciado esta situación y que se preocupen de su responsabilidad en el Club Fluvial. Difundir un rumor sin ningún tipo de base para ello, convierte a quien lo hace en merecedor de esos mismos calificativos. Y en la conciencia de cada uno queda el participar en la degradación pública y falsa de mi persona, haciéndose eco de una bazofia, que por mucho que se repita, no dejará de serlo."